Por tradición las celebraciones navideñas se mundializaron ganando gran popularidad, pero entre las luces y regalos, muchas veces se pierde la verdadera esencia del festejo que conmemora el histórico nacimiento de Jesús. Para despertar ese espíritu navideño el arzobispo, Monseñor Stanovnik, brindó un mensaje a la prensa inaugurando la víspera de Navidad.
En primer lugar, destacó la importancia del día que se avecina y dijo: “La navidad significa un nacimiento histórico, que permitió que hoy nos podamos reconocer entre nosotros como hermanos y como hijos de Dios”.
Uno de los grandes ejes de la conferencia, fue la paz y recordó: “Jesús es la paz, no una ideología o un sistema de pensamiento. Dios hecho hombre es la paz, de modo que si queremos paz necesitamos encontrarnos con El”.
Hizo referencia también a las dos miradas que se centran en estas fechas, ya que en un mundo consumista, el aspecto comercial cada vez gana más terreno. “La sociedad nos prepara para ser consumidores, algo que hace perder de vista lo realmente trascendente. Pero tenemos que aprender a mirar más allá para encontrar el verdadero valor de la vida, porque la primera indiferencia es olvidar a Dios, algo que nos lleva muchas veces a olvidar al prójimo”, señaló. 
Siguiendo con esto, recordó el valor de armar el pesebre, ya que aseguró que es lo que le da el verdadero sentido a la decoración simbólica: “Armar un árbol sin los habitantes es como construir una casa sellada. El árbol siempre estuvo vinculado al pesebre, ya que Dios hecho hombre queda contemplado allí”.
Otro de los puntos relevantes en su discurso, fue la necesidad de recordar el nacimiento de Jesús no como una mera fábula, sino de un hecho histórico. Esto lo justificó con la misma biblia diciendo: “En Miqueas, un libro que conforma la historia de Israel en 400 años antes de Cristo, Dios habló diciendo que El se mantendrá de pie y los apacentará. Adempas dice ellos habitarán tranquilos porque él será grande hasta los confines de la tierra y el mismo será la paz”, resumió el versículo.
Misericordia
En el marco del año de la misericordia, inaugurado días atrás, Stanvonik expresó que el poder de Dios se manifiesta en el camino del encuentro, en la cercanía, en la confianza, en la misericordia y en el perdón. “No se manifiesta como dominio”, subrayó.
Asimismo, ante el lamentable panorama de la creciente y las inundaciones, destacó: “Seamos solidarios respondamos a los pedidos de las entidades gubernamentales, como también otros grupos que combinan sus tareas para paliar las dificultades que atraviesan tantas familias. 
Quisiera también invitarlos a tener gestos de misericordia con los que están solos, acerquemos, démonos tiempos con ellos. Después de la Misa de la Vigilia, tendremos un momento para compartir una cena navideña con los que viven en las calle y están solos, no puede quedar como un gesto aislado, debe crear en nosotros el hábito de ser solidarios”, sugirió.
Durante el mensaje, se acordó de todos, ya que hasta brindó el pésame a las familias correntinas, que perdieron algún familiar en la tragedia de Rosario de la Frontera.
En este sentido, volvió a referirse a la paz que sólo se encuentra en Dios y leyó la tarjeta de navidad que resume: “Contemplar la misericordia del padre, en el Dios hecho niño, es fuente de alegría, de esperanza y de paz. Porque él es la fuente de la esperanza, alegría y la paz. El es la paz”. Por último extendió la bendición a todos los medios presentes.