ALBERTO MEDINA MENDEZ
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Mucho se puede decir sobre esta tan esperada elección presidencial. Sin duda alguna el resultado final ha sido una gran sorpresa, algo que ningún encuestador pudo visualizar días antes. Habrá tiempo para hacer diversos análisis desde distintas perspectivas. Lo concreto es que todas las miradas estaban puestas en el resultado nacional porque de ello dependía, en muy buena medida, el futuro mediato e inmediato del país.
Mientras tanto, no menos cierto, es que Corrientes tenía su propia batalla política local, ya no tanto por los resultados de los cargos locales que importaban y mucho, sino por el impacto de la elección general en la provincia y en el eventual porvenir de los principales actores políticos que confiaban en sacar el máximo provecho de un circunstancial resultado favorable de sus líderes nacionales.
Claro que tenía relevancia saber cuántos legisladores nacionales lograba colocar cada fuerza política de Corrientes. Es obvio que también la renovación parcial de los Concejos Deliberantes pendientes era un asunto al que urgía prestar atención. 
Pese a esa situación, nadie puede dudar que los protagonistas de la política correntina, proyectan su futuro, pensando en la elección de 2017, y en ese contexto este 25 de octubre era vital dada la fuerte influencia que ese resultado generaría de aquí en adelante. 
Este empate virtual entre el candidato oficialista Daniel Scioli y el opositor Mauricio Macri, en el ámbito nacional genera ahora una nueva situación absolutamente imprevista para los dirigentes correntinos. A ambos candidatos les falta un número significativo para superar el 50 % necesario para el triunfo.
Lo que es innegable es que ahora empieza, nuevamente, el tiempo de las especulaciones para saber quien finalmente ganará en la tan ansiada segunda vuelta electoral. En esa ocasión ya no estarán compitiendo el resto de los candidatos presidenciales, sino solo los dos más votados y entonces todo se definirá entre esas fórmulas.
Tampoco tendrán intervención las elecciones locales de ningún distrito. No habrá que esperar que puedan movilizar votos locales los candidatos a gobernadores, intendentes, legisladores ni concejales.
Por eso, para Corrientes también se abre ese nuevo escenario, ya no por la eventual incidencia significativa de su peso elector específico en la general, sino por las indiscutibles consecuencias del resultado nacional en la política local.
Un triunfo de Daniel Scioli en ese balotaje marcará un sesgo a favor de algunos precandidatos locales, pero su eventual derrota pondría al oficialismo provincial con una ventaja considerable de cara a lo que viene.
Si bien quedan aun varios hitos de aquí al 2017, esta instancia era muy importante, se hizo notar y mucho. Pero indudablemente la que viene será mucho más trascendente aún.
No está todo dicho. El interrogante sigue sin despejarse. El nuevo Presidente de los argentinos influirá, o intentará hacerlo, como casi siempre en los asuntos provinciales y Corrientes tiene el raro privilegio de elegir cargos ejecutivos en un momento diferente al de la mayoría de las provincias.
Siempre los Presidentes intentaron jugar su propio juego en Corrientes, y nada hace pensar que el 2017 será diferente. Es más, el operativo comenzará mucho antes con apoyos explícitos a un referente local, o tal vez a varios, pero difícilmente el primer mandatario nacional sea neutro a la hora de apostar sus propias fichas en Corrientes.
Por eso es importante la elección nacional. Pero no menos cierto es que Corrientes ha logrado en muchas ocasiones sortear ese intento nacional de interferencias continuas. No debe caerse en la linealidad de suponer que todo será tan sencillo ni lineal.
Los principales dirigentes de Corrientes, esperan ese resultado favorable a sus intereses, para poder contar con más recursos económicos y con explícitos apoyos de personalidades nacionales.
La carrera hacia la gobernación y las intendencias ya está virtualmente lanzada. Hoy mismo se inicia ese recorrido. Una circunstancia electoral separa el pasado del futuro y tiene que ver con el balotaje. Luego todo será diferente según como resulte para cada uno de los sectores políticos.
Muchos de los partidos que conforman Encuentro por Corrientes apuestan fuertemente al eventual triunfo de Mauricio Macri, no solo por haber aportado votos para su candidatura, sino porque consideran que los rivales locales que se anotan para competir por la gobernación dependen mucho de los recursos nacionales para gestionar sus municipios e influir políticamente en la ciudadanía correntina.
Si bien ECO ya ha ganado bajo circunstancias adversas en 2013, consideran en esa fuerza que el FPV sin recursos del gobierno central no tiene chance alguna de llegar a la Rosada correntina. 
Del otro lado del mostrador, los precandidatos del FPV precisan imperiosamente que su candidato nacional sea Presidente. Ese es un requisito para conseguir un triunfo para la gobernación de 2017. Sin un primer mandatario afín, las chances son casi nulas.
En Corrientes, son varios los dirigentes cercanos a Daniel Scioli que esperan su bendición. Ellos suponen que un respaldo de esas características dejará fuera a sus competidores internos y los pondrá como los legítimos defensores de su impronta como Presidente para completar el casillero oficialista de esta parte del país.
El tablero político de Corrientes, se ha movido poco y nada con este primer resultado electoral nacional. 
El misterio sigue vigente y el resultado abierto. Evidentemente habrá que esperar unas semanas más para saber cómo sigue esta historia. Mientras tanto en el tablero político de Corrientes se siguen moviendo las piezas con los ojos puestos en lo nacional.

Fuente:www.ellitoral.com.ar