La posibilidad de una entente Fabián Ríos-Camau Espínola alumbró ayer, luego de una versión periodística de un medio colega. Lo cierto es que se trata de una reunión que desde mediados de diciembre último se maneja y que podría hacerse realidad antes de que finalice la primera quincena de enero, tal como lo remarcaron las fuentes consultadas al respecto por EL LIBERTADOR. El objetivo: acercar posiciones entre los dos sectores luego de los cortocircuitos que hicieron eclosión en el último Congreso con fuertes recriminaciones cruzadas.
En la variante de un eventual acuerdo, la interna no se evitaría en función a que el tercer sector en disputa confirmó su decisión de enfrentarlos en conjunto o por separado, apuntando a que la distribución de los votos se hace por segmentos electorales, siendo una realidad que a lo largo y lo ancho de la Provincia las diferencias en las 71 comunas están instaladas, necesitando sólo un canal orgánico, en el marco de las garantías y la transparencia pedidas.
Desde el apoderamiento de Vamos Compañeros se insistió en la necesidad de avanzar en aspectos de fondo, como la publicidad de la convocatoria, la exhibición de padrones provisorios, certificados y la confección de un cronograma y un reglamento electoral luego de que la convocatoria sea informada a la Justicia.
Se ratificó que el estado de acefalía que vive el partido ha entrado en su tercer mes y que ello está en el ámbito de la Justicia Electoral, que ya ha fijado criterios a través del juez Federal, Carlos Soto Dávila, aunque a partir del miércoles 7 la subrogancia quedó a cargo del juez, Juan Carlos Vallejos; y, a partir del 16, de un nuevo magistrado que surgirá de la nómina de conjueces, abogados de la matrícula designados por la Cámara Federal.
De acuerdo a la perspectiva del sector de Solidaridad para el Cambio, se trata de una insistencia manifiesta de la línea Corrientes Piensa Futuro, desde antes de que finalice 2014, cuando la acefalía -aunque virtual- obligaba al segundo en sucesión (Camau) a hacerse cargo y lo dejaba con toda la responsabilidad de encausar un proceso más que complicado en cuestiones técnicas y dirigenciales.
La fuente consultada resumió: "No se quiere hacer cargo de lo que generó, por eso busca ahora un acercamiento con Fabián".
La referencia que se hace en dicha frase es sobre el detonante que terminó en la implosión que significó la renuncia  anunciada por Ríos en el último Congreso partidario de noviembre que, si bien fue verbal, constan en el acta notarial realizada por la escribana Chaín, aunque para que tenga virtualidad requiere que el Consejo Provincial la acepte y designe a quién quedará a cargo, sea Camau o quien el propio Consejo determine.
Es que fue Espínola, antes del mitin justicialista, el que puso en duda la transparencia de proceso electoral interno con un candidato a la titularidad del partido, justamente, presidiendo el PJ, situación que luego fue abonada por la lista Vamos Compañeros, que puso de manifiesto en la Justicia Electoral las contradicciones de un proceso que hacen virtualmente imposible se cumpla con el plazo fijado por el Congreso que, como se recordará, fue el 29 de marzo.
De acuerdo a lo que se pudo averiguar, el pedido de reunión se reiteró en varias oportunidades, siendo el referente camausista, Martín Barrionuevo el encargado de hacer llegar el mensaje al despacho principal de la Municipalidad capitalina.
La respuesta, allá por diciembre, habría sido que, en algún momento se podría dar el encuentro, dejando como tramo temporal para ello a la primera quincena de enero.
El trascendido periodístico hizo mención al martes 13, entregando una nueva paradoja en el sentido de lo que significa esa fecha para los supersticiosos. Ríos ya tuvo que pasar por ello el Día de los Santos Inocentes, cuando se encontró con Colombi. Ahora le tocaría a Camau en confiar en que no será un chascarrillo de Fabián el haber instalado un "día de mala suerte" para dialogar.
Algunos cercanos al Intendente sostienen que el encuentro se podría dar después, pasada la primera quincena, aunque nadie descarta que suenen los teléfonos y al final ambos sectores terminen cerrando filas, más allá de que ello no hará ni caer la interna, ni minimizar los aspectos que hacen al desarrollo de la misma en cuanto a las garantías y transparencia entre lo que se incluye la contratación del Correo Argentino.
Puertas adentro del justicialismo existe, desde hace tiempo, una acentuada preocupación por la incertidumbre que se generó con la prolongada acefalía que muestra el partido, y porque la eventualidad de una interna abierta, pero no simultánea, pondrá en jaque a más de un intendente que verá reflejados en los propios distritos que gobierna las contradicciones de las realidades locales.
En una primera instancia, Camau planteó en su sector la conveniencia de ir por fuera, lo cual no tuvo el acompañamiento de los dirigentes con responsabilidades institucionales o jefaturas territoriales.
Frente a esa circunstancia se allanó a la participación en las internas, aunque en principio se excluyó de la pelea por el partido que en el caso de la conjunción con la línea de Ríos estaría dispuesto a aceptar que éste vaya como candidato de ambos sectores, donde si bien Camau tendría participación, la misma daría preeminencia al grupo que lidera Fabián.