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EL TIEMPO EN LA CRUZ

OPINIÓN

28 de diciembre de 2014

Las internas del PJ dominan la escena política

El partido hace un mes está acéfalo, con un presidente que no quiere seguir y otro que no quiere hacerse cargo y guarda silencio. En el medio, un Colombi que busca meter sus narices, ávido de poder y con un olfato que le permitió llegar desde la nada, primero a la Intendencia de Mercedes y luego a la Gobernación de Corrientes. Ahora -todo indica- quiere ir por más y para ello busca crear las condiciones frente a un peronismo que no encuentra la forma de acotar sus diferencias y ponerle límites. El justicialismo pareciera demostrar -en los hechos- el porqué desde hace cuatro décadas no llega al Gobierno por el voto popular. Con fecha fijada de internas para el 29 de marzo venidero, el PJ no logra encausar un proceso electoral que debiera conducir a la unificación del partido mediante el consenso que den los afiliados llamados a dirimir diferencias de fondo que parecieran pasar por conceptos distintos entre lo viejo y lo nuevo. A la fecha no hay convocatoria a internas. Por tanto, no hay publicación ni comunicación al Juzgado, ni se ha constituido la Junta Electoral, lo cual impide conocer el reglamento y el cronograma electoral. La convocatoria al Consejo Provincial para definir quién queda a cargo del partido no se realiza. De hecho, si Camau no toma la posta deberá hacerlo uno de los otros veinticuatro consejeros en el menor tiempo posible. La fecha del 29 de marzo está en riesgo y hasta ahora no se han registrado avances en la contratación del Correo Argentino, que es una condición sine qua non del acto electoral. El Juzgado Federal tendrá, durante enero, tres jueces sucesivamente a cargo: Carlos Soto, hasta el 6; Juan Carlos Vallejos, hasta el 15, y un tercero que se sorteará de la nómina de conjueces al inhibirse habitualmente en las internas peronistas el doctor Gómez, quien cubrirá el Juzgado hasta fin de mes.
Por CONFUCIO

Este año que se inicia no será un año más. Se juega mucho en el futuro del poder político de la Provincia, y está a la vista de todos.
De ahí precisamente que esta misma columna editorial, que tenía previsto concluir después del fin de las  sesiones ordinarias, continúe en el tiempo que se viene en lo que será un verano caliente.
No hay 2017 sin 2015 es una expresión que -no por muy escuchada- deja de ser estrictamente cierta. Y lo que se haga día a día, semana a semana y mes a mes tiene que ver con eso de construir la realidad que queremos para la Provincia.
En el medio, lo que pase en la escena nacional cuya importancia está fuera de toda duda, como que el recambio de un gobierno que signa además un cambio de ciclo adquiere, en estas circunstancias de la Provincia un significado muy especial.
No es lo mismo que gane el Frente para la Victoria, a que lo haga el PRO o el Frente Renovador, más allá de que si -por cualquier circunstancia- fuera el primero el triunfador ya no sería el kirchnerismo en una diferencia que no es sólo de matices, sino de fondo y más allá de que el peronismo que pasó a llamarse justicialismo recién con el general Perón en el exilio ha tenido a lo largo de sus ya setenta años de vida mutaciones importantes en las que han convivido expresiones diversas que van desde el peronismo de sus primeras dos presidencias, al Perón de su tercera gestión, pasando luego por el menemismo, el kirchnerismo y ahora el cristinismo, con rasgos diferenciados respecto a la gestión de Néstor.
Aun así, un eventual gobierno de Scioli o de Randazzo, ninguno de ellos hoy favorito para un segura segunda vuelta electoral poco tendrá que ver con la gestión que concluye el 10 de diciembre de 2015.
Tendrá, a partir del primer día de su gestión, algo más que rasgos diferenciadores, fundamentalmente porque querrán marcar las diferencias, darle una impronta y un sello propio, y trabajar desde ese primer día por la posibilidad de un segundo mandato.
Actores en la esfera provincial con mayor responsabilidad, actores de reparto, intérpretes y comedidos, y los que desde afuera agregan lo suyo con la importancia adicional de dos factores decisivos que pasan por cómo jueguen los medios y el rol de una Justicia que comienza a mostrar que no es sino parte de un  sistema, con atisbos crecientes de autonomía que se fundan en la seguridad que le otorga la composición de las cámaras legislativas.
No es distinto a lo que pasa a escala nacional. Los jueces están blindados por el sistema y por la opinión pública. Han tomado conciencia de su rol -fundamentalmente- por el equilibrio que existe en el Consejo de la Magistratura, donde está visto que no pueden ser pasibles sino de sanciones menores que sólo sirven para revalorizar su papel ante la sociedad sin riesgo alguno a remociones. Encima con un Papa como Francisco, que sigue desde mucho más cerca de lo que parece la realidad argentina, incluso la de la propia Justicia, donde acaba de mandar a través de uno de los jueces que moran en Comodoro Py regalos para cada uno de ellos, en una clara distinción con el resto de los jueces federales del país.
Se trata de los jueces federales de la Capital que son los que hoy están en estado deliberativo, en la picota, con un trajín que nunca antes supieron tener porque quizás por primera vez están convencidos del "todos para uno y uno para todos", en un mecanismo de autodefensa acorde al inédito nivel de enfrentamiento que divide al Gobierno del sistema judicial que no pocos corporizan en el trípode Lorenzetti-María Servini de Cubría y Claudio Bonadío, todos con cintura política y buena llegada a todos los estamentos del Poder Judicial.
En el Gobierno preocupa esto y la posición que puedan ir asumiendo elementos de la Side desplazados, entre ellos un hombre clave como es Jaime Stiusso, el poderoso jefe de operaciones del organismo y portador de información valiosa de las últimas tres décadas en el país, al cual se suma el ex senador sureño Nicolás Fernández, que no es pariente del camarista Javier Fernández que supo ser -por largo tiempo- un operador calificado en las sombras del gobierno dentro de la Justicia.
Podría decirse que, en este juego de medias palabras, gestos y actitudes, el ex cardenal Bergoglio logró mucho más de Cristina que lo que Cristina logró de éste que no fue poca cosa, incluso una gestión oficiosa ante el presidente de los EE UU, Barack Obama como para que interceda ante la Suprema Corte de su país en el caso de los fondos buitre, gestión que no prosperó habida cuenta de la reconocida independencia de criterio que tienen los jueces norteamericanos, lo cual no los inhabilita para escuchar con atención las preocupaciones políticas de los gobiernos porque -en el fondo- tienen asumido que la Corte es un tribunal político más allá de que conserva criterios propios acordes con los precedentes acunados a través de los años.  
Uno que conoce como pocos los pasillos del Vaticano y los códigos que se manejan parafraseó diciendo: "El Papa, después de muchos años de desencuentros con la Presidenta, logró el indulto presidencial a partir de ese primer encuentro, el primero que como gesto tuvo con  un jefe de Estado luego de asumir, donde el Sumo Pontífice llegó al detalle de regalar un juego de escarpines para el nieto presidencial".
Lo que se aseguró el Papa fue que Cristina deponga actitudes beligerantes u hostiles, como las supo tener cuando el ex Cardenal estuvo de vecino en la Catedral metropolitana, que siempre son incómodas para un Papa cuando las posiciones críticas provienen de quien preside el país de origen de quien está al frente de la Iglesia Católica.
A partir de ahí, el Papa tuvo -siempre- una de cal y otra de arena. Aunque también es cierto que siempre priorizó la gobernabilidad y la necesidad de que Cristina llegue de la mejor forma posible al fin de su mandato, lo cual no fue óbice para que alentara, con sus palabras siempre medidas, el accionar de los jueces sin que pese sospecha alguna de complicidad con los actos de gobierno.

¿Y LA OPCIÓN PATRIA O BUITRES?

Por varios meses, desde el Gobierno nacional se acuñó la frase que a modo de parte del relato oficial pretendió instalar la opción nacional de estar o con la Patria o con los buitres, recordando aquello de Braden o Perón, una de las genialidades del poderosísimo ex Secretario de Medios de los dos gobiernos peronistas que entre el ‘46 y el ‘55 tuvieron en Raúl Apold al que se lo reconoce como el ideólogo de lo que fue el peronismo en la escena nacional.
Ahora, un manto de silencio cubre el tema buitres, el tema Griesa y el mentado default. El dólar que había trepado a los 16 pesos pasó a rondar los 13. Y entre bambalinas se negocia un acuerdo con los llamados holdouts, cuya difusión pública podría sorprender a más de uno antes de que el verano concluya, con un clima que en lo económico contribuirá a un mejor tránsito hasta las elecciones nacionales de agosto en las cuales el Gobierno juega gran parte de su futuro, al menos en su intención de conservar una masa crítica en ambas cámaras del Congreso nacional que le permita a la hoy Presidenta conservar un rol importante más allá de quién en definitiva sea gobierno.
Algo a esta altura está claro y es que Cristina demorará casi hasta el límite legal definiciones respecto a candidaturas dentro del espacio del Frente para la Victoria. Al menos en cuanto de ella depende, observará un cuidadoso manejo de los tiempos de modo de no licuar anticipadamente su poder ni dentro, ni fuera del peronismo, tratando de conservar el secreto de una decisión para la cual no tendría en los hechos mucho margen en función a lo que el cuerpo electoral de la Nación va definiendo respecto al perfil y el nombre de su sucesor dentro del espacio oficialista.
Aun así, Cristina tratará de dilatar y hasta sorprender aunque en el medio, y mientras aún tenga margen de negociación, tratará de condicionar su apoyo, todavía valioso a moneda de cambio como pueden ser las listas de legisladores nacionales que imagina de su propio riñón, así como la Vicepresidencia que es de valor relativo, habida cuenta de que dista de ser un lugar al menos hoy expectable; pero sí la Gobernación de Buenos Aires, que es más fácil ganarla que la propia Presidencia, como en su momento fue en Corrientes que ganar la Intendencia era más seguro que el logro de la Gobernación, algo que finalmente se verificó en los hechos.

¿RANDAZZO O BERNI?

Un plan A supone ungir al final a Scioli como candidato único, con fuertes limitaciones devenidas de una negociación al estilo Cristina; esto es, por intermediarios y con "lo toma o lo deja". Un plan B supone habilitar la interna en las Paso con una misma lista de legisladores nacionales para Florencio Randazzo y Daniel Scioli. En el medio, la alternativa de, si de bajarlo a Randazzo se trata, se le dejaría como premio consuelo la Gobernación del primer Estado argentino, para lo cual deberá imponerse a un candidato que parece número puesto como es Martín Insaurralde, por lejos quien más mide dentro del massismo más allá de que las decisiones públicas recién se conocerán en marzo venidero.
Sergio Berni es hoy quien mejor mide para enfrentar a Insaurralde, y es además quien mayor confianza le despierta a la Presidenta, quien desconfía en los hechos tanto de Randazzo como de Scioli, aunque con el último pareciera tener acaso como un problema de piel precedido por una relación largamente traumática que ha dejado secuelas en el matrimonio Scioli, con fuertes prevenciones hacia la Presidenta.

COLOMBI, CON UN PIE EN EL ESTRIBO ABRE EL DIÁLOGO CON EL INTENDENTE DE LA CAPITAL, UN GESTO QUE DEJA MUCHAS LECTURAS Y DEL CUAL NO ESTÁ EXENTA LA POSIBILIDAD FRUSTRADA DE QUE HAYA SIDO UN CHISTE PARA EL DÍA DE LOS INOCENTES

Con lo que fue la repercusión mediática del hecho y,  fundamentalmente, por los reflejos del pastor Mayor de la Iglesia Correntina que saludó la iniciativa dejaron a esta reunión sin otra posibilidad que su concreción, tanto más cuanto hay responsabilidades compartidas donde en el medio están miles de capitalinos que sienten en carne propia la diferencia entre los dirigentes con mayor responsabilidad.
Hoy será un día clave, por el diálogo y por lo que quede de él con los temas que queden expuestos al debate público y aquellos que por distintas circunstancias no formen parte del convite.
Colombi y Ríos, en sus posiciones, en el tono que empleen y en las formas quedarán sujetos al análisis de una opinión pública, cada vez más atenta a lo que hacen y dejan de hacer sus gobernantes.
Cierto es que Ríos llega a esta reunión, pedida hace varios meses, sin demasiadas expectativas conociéndolo como lo conoce a Ricardo. Cierto es que llega desprovisto de la representación del partido a cuya presidencia ha renunciando y sin representar a los intendentes del justicialismo, que tienen canales de comunicación directos desde hace tiempo, algunos con más llegada que otros.
La duda radica en qué lo movió a Colombi -ahora- a producir un hecho de estas características. Que además se da en pleno desarrollo de una interna justicialista particularmente conflictiva de la cual el Gobernador viene tomando parte activa.
Anticipándose a ello, el propio Ríos, un crítico de Camau prefirió sacar el tema de la agenda.
Lo cierto es que conociéndolo a Ricardo como un hábil político que no da puntada sin hijo, la reunión deja mucha tela para cortar. El tiempo dirá.

UN PARTIDO ACÉFALO, CON UNA CONDUCCIÓN QUE NO SE REÚNE

Ríos se da por renunciado y deja la "mbopa" por Camau, que no atina a decir ni sí, ni no. Los medios que lo buscaron no lo encontraron. Está convencido de que éste no es su juego. Que -tras los movimientos- hay una trampa. Cree que Ríos lo traicionó en la campaña y que si lo ha hecho una vez, lo volverá a hacer. No quiere escuchar de sus laderos ninguna posibilidad de acuerdos más allá que desde el sector de Ríos se intentó infructuosamente, vía uno de los apoderados más cercanos al Intendente de la Capital.
En el medio, el sector de Vamos Compañeros, que sin prisa ni pausa desarrolla una acción que se viene cumpliendo. Primero, al instalar hace dos meses los ejes de la disputa, que no pasan por las candidaturas de 2017, sino por un 2015 que tiene en juego la conducción del partido, elemento fundamental para el tiempo que viene después.
Desde Vamos Compañeros se planteó que quien aspire a una futura y aun dístate candidatura a la Gobernación debería autoexcluirse de la posibilidad de liderar alguna de las listas que se anoten en la contienda.
Al Congreso partidario llegó con una estrategia definida. Por un lado, habilitó el quórum; y por otro, introdujo elementos de debate necesarios para poner en blanco sobre negro la realidad de un partido que requería blanquear la autocrítica como forma de no reincidir en los errores que posibilitaron más que un triunfo de Colombi una nueva derrota del peronismo.
Las aguas se dividieron en un Congreso que, como el de hace un mes, pareció marcar un antes y un después. La virulencia de su desarrollo y las sospechas en torno al proceso electoral hicieron que en pleno mitin el Presidente y la Vicepresidenta del partido hagan un renunciamiento como forma de contribuir a restaurar la confianza perdida.
Fue una decisión fuerte, quizás no suficientemente meditada, habida cuenta de la importancia sustantiva que tiene la conducción del partido en el marco de un proceso electoral en el cual la Junta tiene sólo una parte de la responsabilidad de conducir la elección. Otra no menor cabe al Juez Federal que actúa como instancia de apelación única de las decisiones controversiales que pudieran surgir de un Tribunal interno que no guarda equilibrio en su composición, aunque a esta altura está claro que por la naturaleza de las cuestiones que puedan suscitarse deberá ser la Cámara Nacional, como máximo tribunal del fuero Electoral, la llamada a garantizar la doble instancia respecto a decisiones del juez local.
La cuestión tiene su cuello de botella -en primer lugar- en el hecho de que está corriendo la cuenta regresiva para una elección ya fijada para el 29 de marzo sin que hasta ahora se hayan dado pasos conducentes propios del proceso, perdiendo un tiempo precioso.
Por otro lado, la fecha de las elecciones provinciales que -según el Gobierno- se llevarían a cabo entre la segunda quincena de junio y la primera de julio, siempre antes de las Paso, cuyos resultados a Colombi desvelan.
En el medio, la vinculación entre lo que son los tiempos judiciales con los políticos, que muchas veces transitan caminos diferentes.
Camau está convencido de que los votos obtenidos en la última elección en gran parte se los deben a él. No advierte del grueso de la dirigencia peronista una actitud de reconocimiento y es consciente de que su fortaleza está afuera del partido más que adentro.
Hace una clara divisoria entre lo viejo y lo nuevo. Y no duda en hablar de un nuevo peronismo, poniendo a la cabeza de lo viejo al propio Ríos y al grupo que lo secunda, al que identifica con la llamada "Cooperativa", a la que la realidad terminó por demonizar tiempo atrás.
Esta diferenciación originó una fuerte controversia en el propio Congreso, cuando Fabián Ríos le recordó a Carlos Rubín que ambos tenían la misma edad, aunque en el caso del curuzucuateño su actividad política pública se inició a fines de la década del ochenta; esto es mucho antes que la del propio Ríos, quien además no dejó pasar la oportunidad de una alusión al matrimonio Rubín, lo cual si bien pareció sacar de las casillas al histórico dirigente del peronismo curuzucuateño con airados pedidos de interrupción no concedidos, lo cierto fue que tiempo después -al lograr hacer uso de la palabra- morigeró notoriamente su enojo en una actitud conciliatoria que puso de manifiesto que si de mirar al pasado se trata nadie está en condiciones de tirar la primera piedra. Quizás porque ninguno resiste un archivo de un peronómetro que sólo lo tiene el afiliado.
Desde el sector de Ríos se puso énfasis en la falta de trayectoria, militancia y pertenencia, tanto de Camau como de muchos de sus acólitos. Y en orden a la diferencia entre lo viejo y lo nuevo se puso como ejemplo que varios de los intendentes que lo secundan en la primera plana, como el de Goya, de Santa Lucía, Mercedes o Ituzaingó están pisando los 60 o más allá de ese umbral, que en política lejos está en los hechos de ser descalificador en cuanto la experiencia combinada a la juventud pareciera la alquimia más válida para enfrentar a un radicalismo que, si ha logrado llegar a los catorce años ininterrumpidos en el poder, ha sido precisamente por la incapacidad de la propia dirigencia peronista que pareciera quedarse en la discusión estéril cuando no en la inacción paralizante como es tener a un partido desactivado que no sólo hace un mes que está acéfalo, sino que su última reunión del Consejo Provincial data del 26 de abril último, un dato que no es menor como no lo es que el Congreso se llevó a cabo más de dos años después del último, y que no se cumplieron formalidades esenciales que hacen al respeto a quienes son la máxima autoridad del partido.
Aun así, algo quedó de positivo. Por un lado, el compromiso público de Eduardo Galantini de enviar -con la debida antelación- los respectivos telegramas que siempre fueron práctica en el PJ con el respectivo temario y el hecho de que la propuesta de alianzas se sometería previamente a la consideración del máximo órgano de conducción política jerarquizando el rol de cada uno de los congresales.
Otro dato no menor fue la diferenciación en lo que hace a la política de alianzas de lo que son las elecciones de medio tiempo como la que se viene, con aquellas donde se elige gobernador e intendentes.
Los criterios son distintos en uno y otro. Y en este aspecto hay decisión -casi absoluta- de que las listas que surjan de la interna de 2015, por el sistema D’hont serán respetadas tal cual, como forma de contribuir a la unificación del partido sin la distorsión que implica el mechar las listas mediante la incorporación de socios electorales que no se justifican en una elección legislativa.

ELI PONE PRIMERA, CON LA PRIORIDAD DE POSICIONARSE

La escuadra que conduce "Perucho" Cassani, mientras afianza su relación con Colombi que ha pasado a tenerlo como una pieza insustituible en una Cámara particularmente difícil como es la de Diputados tiene la mirada puesta en la conformación del Frente Renovador, donde no deja espacio libre. El último lunes participó de un convite a un selecto grupo de dirigentes de todo el país que se llevó a cabo en el sindicato de la sanidad, pero que le sirvió para cubrir la silla que a Corrientes pertenece en ese ámbito, anunciando a posteriori un viaje en enero venidero de Sergio Massa a Corrientes.

LOS LIBERALES DESHOJAN LA MARGARITA

Ímproba y silenciosa es la tarea que le cabe al flamante presidente del Partido Liberal, Julián Miranda Gallino, que viene de atravesar con éxito su primera convención en la que pudo dar una muestra de fortaleza por la convocatoria que la misma mostró, lo cual evidencia un espíritu de unidad conscientes como están los del "partido de la banderita" que en esta coyuntura de 2015 no les será fácil acordar con ninguno de los dos frentes, amén de que su propia realidad les aconseja -como elemento de unión entre los sectores- el ir solos para forjar esa mancomunión y estar en condiciones de reclamar en 2017 un espacio de poder que resulte de la carta de presentación que muestren los resultados de 2015, en los que si se proyecta el elevado grado de participación en las internas es factible pensar en que podrían perforar el piso de los 50.000 votos, lo cual dependerá de dos factores adicionales aunque de significativa importancia. El primero, no equivocarse con los candidatos, fundamentalmente quien encabece la nómina para el Senado de la Provincia; y en segundo, la financiación de la campaña, otro aspecto no menor.
 
EL PANU BUSCA SU PROPIA IDENTIDAD

En Mercedes, la tierra del Gobernador, hoy de Cemborain, el jefe del PaNu rompió amarras con el Gobierno al ratificar sin medias tintas su separación de la alianza con ECO de la cual votó distinto en la última sesión del Senado y la que le precedió en Diputados.
El objetivo es apuntar a la identidad partidaria, fortalecer los cuadros y trabajar desde ya por la Gobernación de 2017, una aspiración que Tato no resigna consciente de que las limitaciones impuestas por la Justicia Electoral no resisten el análisis de una Provincia que apunta al futuro con el entusiasmo de tener la amplitud que el diálogo y la realidad imponen.
Queda por ver la actitud que termine por adoptar la hoy diputada, María Eugenia Mancini, que está en la mira de la conducción naranja aunque su pertenencia a una familia como los Mancini y los Fratti no pareciera dejarle espacio para otra cosa que no sea el respeto a la trayectoria de sus mayores.
Nora Nazar, "Yayo" Meza y Omar Yung constituyen una trilogía a la que esperan sumar a María Eugenia, más allá de que las señales que de ella provienen no resultan las más alentadoras.

COMPROMISO CORRENTINO APUESTA A SU ALIANZA CON EL SINDICALISMO

Manuel Sussini muestra en los sondeos un alto grado de conocimiento, una imagen positiva elevada y casi nula imagen negativa, lo cual lo convierte en un dirigente expectable a la hora de anudar acuerdos, a lo cual suma su conducta política y el hecho no negado por nadie de que es uno de los pocos políticos que concluyeron sus sucesivos mandatos más pobre que cuando entraron.
Ahora se lo advierte próximo al sector sindical que conduce Luis Barrionuevo, no descartándose una alianza que lo proyecte como candidato en primer término con el fin de terciar ante los dos grandes frentes. Mucho dependerá de la oportunidad en que salga al ruedo y de los recursos que vuelque en la campaña.

  Fuente:www.diarioellibertador.com.ar

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