El gobernador, Ricardo Colombi recibirá hoy, a las 10, en su despacho al intendente de la Capital, Fabián Ríos, su archienemigo, política, mediática e institucionalmente hablando. Por lo menos los hechos así lo demostraron desde el 11 de diciembre de 2013 (un día después de que asumieron), más allá de que algunos voceros del mandatario provincial intentaron aplacar la historia alegando una cuestión de agenda a la dilatada concreción de una entente reclamada desde hace meses por el Nº 1 de la Capital.
Muchos pensaron, al enterarse del día y la fecha elegidos para la reunión, que se trataría de una jugada más de Ricardo para enervar -como lo supo hacer desde el principio- a su adversario político.
Que la convocatoria sea para un domingo, justo el Día de los Santos Inocentes no es un dato que pasa desapercibido para los analistas políticos que durante todo un año pecaron de "inocentes" y alentaron, cada vez que Ricardo quiso, que el encuentro se concretaría. Pasaron los meses y llegó el Mundial de Fútbol Brasil 2014. Allí el Gobernador redobló la apuesta e invadió el anfiteatro de la Costanera, que durante un mes se convirtió en el búnker futbolero del Intendente. Y, ante una nueva consulta sobre si recibiría a Ríos, se animó a decir: "Después de que Argentina juegue la final y salga campeón". Esto no se dio y tampoco la reunión.
Así pasó el tiempo y la historia se tiñó de un color oscuro salpicado por cruces mediáticos, cuestionamientos sobre la falta de cooperación para el avance de Santa Catalina, el uso específico de los recursos coparticipables, el congelamiento de esos fondos a comunas justicialistas, la mediación judicial, el decreto inconstitucional transformado en ley y las deudas entre la Comuna y la Dpec.
Toda esta lista de temas enturbió cualquier posibilidad de acercamiento. Hasta que el mandatario correntino utilizó una entrevista radial para anunciar el convite institucional, haciendo escupir el mate a los periodistas en el estudio, quienes miraron con el ceño fruncido a Colombi y le cuestionaron simpáticamente la factibilidad del encuentro.
Pocos fueron los creyentes. En la propia Municipalidad el escepticismo brotó de inmediato y el Jefe comunal se preparó para un nuevo "chascarrillo" ricardista, consciente de que, en caso de un plantón, la opinión pública se encargaría de cuestionar a Ricardo por una actitud de pura irresponsabilidad institucional, fortaleciendo sus chances de alcanzar un mayor acompañamiento ciudadano para una gestión que deberá comandar hasta 2017.
El ministro secretario general de la Gobernación, Carlos Vignolo ofició de asegurador de la entente. Ríos admitió ante los medios que el cónclave se realizaría luego de un llamado del "Mono".
Y como goma arábiga, para cerrar cualquier chance al absurdo, el pastor mayor de la Iglesia Católica de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik remarcó la necesidad de que las consecuencias del convite se plasmen de inmediato en la realidad ciudadana. Y mencionó la relevancia de que los gobernantes adopten actitudes de responsabilidad institucional, relegando los intereses políticos y partidarios.
De esto último llegará desprovisto a Casa de Gobierno Fabián Ríos, ya que renunció a la presidencia del justicialismo y a la representatividad de los demás intendentes peronistas. Así, podrá maniobrar con más eficacia en un despacho en el que el aire será denso, quizás con la presencia no sólo de Ricardo, sino de alguno más de sus alfiles, que en las últimas horas intentaron convertirse en sus exégetas, sin tener en cuenta que la ciudadanía no quiere interlocutores ni globos de ensayos, reclama papeles y compromisos concretos que le aseguren que este culebrón, después de tantos capítulos infructuosos, arroje algún resultado en beneficio de sus vidas.