En los medios periodísticos de Córdoba dan por sentado de que el escándalo salpicó con fuego al Jefe comunal y quemó su imagen ante el electorado.
Es que Mestre está investigado por presuntas dádivas de la empresa que pertenece al correntino Juan Carlos Romero, las que habrían surgido en medio de las peleas por los millones detrás de la crisis del transporte en suelo cordobés.
De acuerdo a lo referenciado por la prensa de ese lugar, el caos del transporte público en la ciudad de Córdoba se ha convertido en una pesada carga para el futuro político de Ramón Mestre. Y esta crisis se adosó a los escándalos de corrupción que golpean su gestión. Ya hablan de un "combo" que está minando la proyección como candidato a gobernador de Mestre, una figura que no mucho tiempo atrás cortejaban Mauricio Macri y Sergio Massa, que ahora han puesto una prudente distancia.
El Intendente dijo que no opinará sobre la causa judicial que investiga un presunto pago de dádivas a su favor por la empresa de colectivos correntina que es considerado un "gigante" del transporte público en la región.
La investigación judicial, que incluyó un allanamiento a la empresa, se inscribe en la crisis del transporte urbano de pasajeros, que heredó de sus antecesores Germán Kammerath, Luis Juez y Daniel Giacomino, pero que todavía no acertó a solucionar.
El lanzamiento de una nueva estructura de transporte urbano en marzo pasado provocó muchos inconvenientes por las quejas de usuarios que aseguraban haber perdido los recorridos a los que estaban acostumbrados.
Allí, comenzó el deterioro de la gestión, según relatan quienes además aseguran que este desgaste se aceleró luego por las denuncias de corrupción que provocaron a un cambio drástico del Gabinete.
Según resaltan desde la oposición cordobesa, Mestre estaba agazapado a la espera de una venia de la UCR para apuntar hacia la Gobernación, desoyendo a quienes lo aconsejaban asegurar un nuevo período en la Municipalidad, emulando el camino trazado por su padre que fue intendente entre 1983 y 1991.
Pero el hecho que ser investigado, generó una implosión en la Capital mediterránea, donde la opinión pública hizo sentir su desagrado ante semejante situación.
De esta manera, las intenciones del Comité Nacional del radicalismo, de sostener un bastión importante en la geografía argentina comenzó a tambalear. Aunque surgió cierta tranquilidad al analizar las posibilidades y aparecer el nombre Aguad como potable para semejante desafío.
El Diputado nacional por Córdoba muestra hace tiempo un perfil alto en el Congreso de la Nación, integrando además el Consejo de la Magistratura. Cada cuestión de relevancia nacional lo tiene como un actor principal en cuanto a mociones y opiniones; teniendo además una aquilatada trayectoria en el mundo político que permite a la ciudadanía pensar en una persona virtuosa para comandar los destinos de más de un millón de vecinos.

SOBRE ERSA

En cuanto a la situación de la firma correntina de transporte urbano de pasajeros, en Córdoba le atribuyen a Ersa una supuesta premura para seducir al mandamás capitalino, debido a que como contrincante figura nada menos que la poderosa empresa Ciudad de Córdoba, histórica en la prestación, mientras que la correntina ingresó con la gestión actual, permitiendo lugar a algunas sospechas subrepticias.
La denuncia contra Ersa trata de un viaje a Corrientes del Jefe comunal y funcionarios de su Gabinete con noche de hotel incluida para participar de la fiesta aniversario de la empresa. Pero Ciudad de Córdoba también tiene manchas, como una denuncia de la UTA cordobesa sobre cheques rebotados.
Es en este detalle donde se instalaron las primeras dudas en cuanto a la posición del Ejecutivo municipal respecto al accionar de las prestatarias.
De acuerdo a las informaciones vertidas en esa ciudad, la Municipalidad ordenó una auditoría sobre Ciudad de Córdoba para concluir si está en condiciones de seguir prestando el servicio de transporte en los corredores que tiene asignados.
Fue allí que el titular de dicha empresa, Mariano Llabot, denunció que la gestión Mestre tenía un claro favoritismo hacia Ersa.
Llabot advirtió además que Ciudad de Córdoba le pidió a la Municipalidad un aumento de tarifa o un subsidio para afrontar la suba de paritarias, sin suerte. Pero que, al mismo tiempo, el mestrismo le concedía a Ersa un subsidio especial de 48 millones de pesos.
La firma correntina respondió la acusación con una solicitada, marcando como "ataques y declaraciones difamatorias" lo hecho por los voceros. Y aseguraron que sólo se pretende con ello cubrir "sus ineficiencias, los incumplimientos en el servicio y, lo más grave, el incumplimiento de la oferta presentada en la última licitación".
En cuanto a las versiones que sostienen que la idea de Mestre es quitarle la concesión a Ciudad de Córdoba para darle el monopolio a Ersa, ésta sostuvo: "No se puede plantear la idea de monopolio, sino desde quienes ven una amenaza en un nuevo y mejor servicio".