Apuntó el blog 233 Grados que "El gobierno de los EE.UU. presiona para obligar a un  periodista a revelar sus fuentes"  

El origen del debate surgió a partir del libro de James Risen, periodista del New York Times, ganador de un premio Pulitzer. 

En la obra “State of War” que fue publicada en 2006, Risen publicó “información clasificada acerca de los planes secretos de la CIA para poner fin al programa nuclear de Irán”, detalló el sitio.

Tras la difusión del libro, el agente de la agencia de inteligencia Jeffrey Sterling, “fue acusado de filtrar ilegalmente información clasificada”, agregó. 

En este marco, el periodista “fue llamado a declarar en el juicio, donde se negó a revelar cualquier detalle relacionado con las fuentes que había utilizado para el libro, acogiéndose a este derecho que tienen los periodistas en Estados Unidos”, enfatizó 233 Grados.

Así, el caso llegó a la Corte Suprema, que está estudiando si debe o no revelar sus fuentes.

El blog apuntó que la administración de Barack Obama “envió a través del departamento de Justicia un escrito pidiendo a la Corte Suprema que no tome en consideración la petición del periodista de que se respete la confidencialidad de sus fuentes”.

Si la Corte llegase a rechazar las alegaciones de Risen, “el periodista podría ser condenado por desacato y podría incluso ingresar en prisión, quedando Barack Obama en la incómoda posición de ser el presidente que envíe a un periodista a la cárcel”, enfatizó.

Este caso reabre la polémica en torno a los periodistas, sus fuentes y las presiones gubernamentales. 

En 2005, Diario sobre Diarios (DsD) reflexionó en la Zona Dura acerca de la situación de la prensa estadounidense (ver “La prensa de EE.UU. debate sobre las fuentes anónimas y los privilegios de los periodistas”).


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