Así se vivió casi al final de la noche con la presentación de La Nueva Luna que volvió a a pisar el escenario Sosa Coredero en esta vigésimo cuarta edición. Esta vez fueron invitados por Tony Rojas que le devolvió la gentileza del lunes pasado, cuando el grupo tropical demostró sus conocimientos chamameceros con la participación de varios invitados y entre ellos estuvo este eximio guitarrista surgido del capitalino barrio Laguna Seca.

 Pero la emoción mayor llegó en el cierre, tanto por la propuesta artística y las letras de las canciones, como por saber que quedaba muy poco de los doce días de pura emoción Chamamecera que se vivieron este año. Y así fue el final, Los de Imaguaré tocaron más de una hora llegando a los sentimientos más profundos de la correntidad, ahondando en la identidad de la sangre guaraní, pero siempre en la hermandad de la argentinidad y el latinoamericanismo.

 Eso mismo que Los de Imaguaré expresaron en sus canciones desde la poesía fue reflejado en la danza que los acompañó en el escenario, primero con un tradicional baile de la flamante Reina del Chamamé, Rocío Britez junto a su partenaire, el “Yeroky Yara” (dueño del baile) Juan Carlos Godoy, seguidos por estilizados movimientos a cargo de los ballets Santa Rosa y academia Dionisio Soler, cuyos bailarines, en la canción “Vengo a decir” portaron banderas de países latinoamericanos.

 Le agregó más emoción al momento la participación de los hijos de Julio Cáceres, Nicolás y Federico, que demostraron haber heredado la pasión de su padre y líder del grupo. De igual manera contribuyó el tenor Sergio Casco, dándole brillo a la ocasión y sorprendiendo desde el público con un micrófono inalámbrico.

La euforia y la emoción se entremezclaban y alcanzaban los niveles más altos cuando hacia el final Los de Imaguaré interpretaron “Los sueños y las distancias” y “Compadre qué tiene el vino”. La ovación de la multitud que no abandonó sus lugares se hacía sentir, a pesar que ya eran las 5 de la mañana, cuando el presentador Juan Carlos Cosarinsky anunció “la posta”.

 

Los de Imaguaré tocaron una versión instrumental de Kilómetro 11 y fueron ingresando al escenario una escuela de samba que le puso al “himno correntino” un fondo de percusión carnestolenda. Luego sonó una pista de un popurrí carnavalero y un nutrido grupo de pasistas danzó al ritmo de Momo con su belleza y color.

 

Con esta presentación de las comparsas Ará Berá, Sapucay, Arandú Beleza y las agrupaciones musicales Samba Total, Samba Show, Sambanda y kamandukaia, se anunció la llegada del carnaval a Corrientes, primero con los corsos barriales de la Capital y los diversos corsos del interior provincial, hasta el inicio en la Capital Nacional del Carnaval, cuando el corsódromo provincial “Nolo Alías” abra sus puertas el próximo 7 de febrero.

 

El momento de la despedida fue coronado con fuegos de artificios que iluminaron la última noche chamamecera, mientras subía al escenario el numeroso staff que hizo posible que esta fiesta pueda ser un éxito. Pero allí no terminó todo, porque Julio Cáceres volvió a tomar el micrófono y le regaló al público un bis fuera de libreto, cantándole al lugar que lo vio nacer, “Adiós ciudad de Mercedes”.