La opinión de Kicillof se dio en el acto en el que se anunció el programa de reestructuración de las obligaciones provinciales con el Estado nacional, que se realizó en el salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario de la Casa de Gobierno, encabezado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich y los ministros del Interior y Transporte, Florencio Randazzo y de Planificación, Julio De Vido.
Kicillof destacó que los convenios (cada provincia rubricó uno acomodado a sus circunstancias financieras) del Programa Federal de Desendeudamiento son una herramienta importante y recordó que la Argentina de 2003, después de la "tremenda crisis de 2001", se encaró, bajo presidencia de Néstor Kirchner, "un programa histórico de desendeudamiento para las cuentas públicas nacionales".
Recordó que en esa época había una relación entre la deuda total y el Producto Bruto Interno (PBI) del 166 por ciento, "que representa un PBI de un año y medio de trabajo total de deuda de la Nación; esa carga de intereses y vencimientos es responsable del quiebre de 2001 de la capacidad de pago y el default".
Enfatizó que uno de los pilares centrales del crecimiento con inclusión a partir de 2003 ha sido el proceso de desendeudamiento de la deuda pública, que se logró con una caída del 40 por ciento del peso de los intereses y vencimientos, "que le ha dado a la Argentina la anhelada autonomía en su economía, para decidir qué política lleva a cabo año a año, sin esperar la refinanciación de su deuda externa con condicionamientos del sistema financiero internacional".
Explicó que se trasladó ese desendeudamiento que experimentó el país a las diferentes jurisdicciones provinciales y, en mayo de 2010, la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner creó el Programa Federal, con la firma de la reestructuración de la deuda pública con 16 provincias, que en total sumaba 65 mil millones de pesos.
Kicillof agregó que una vez más se firmó la extensión de este programa, con un plazo de pago a 20 años, una tasa del 6 por ciento anual. Y recordó que hasta ese momento las provincias pagaban el total de la deuda que se heredó de 2001 con tasas que generaban una carga insoportable.

NÚMEROS DE KICILLOF

    El Tesoro Nacional se hace cargo así de los títulos originales y las provincias reciben nuevos instrumentos con un período de gracia. La reducción de las deudas provinciales de 9.644 millones de pesos se aplica con ATN (Aportes del Tesoro Nacional) al pago de esa deuda. Permitió a las provincias un ahorro de $4.248 millones en 2012 y de 10.986 millones en 2013.
    Las deudas se transfieren a la Nación y la Nación las refinancia a 20 años, a tasa fija, con un período de gracia para el pago de capital e intereses. Significa un 38% de desendeudamiento que se permite en base a que el Tesoro Nacional asume esos compromisos y refinancia las deudas a través de nuevos títulos que se van prorrogando.
    El ahorro se produjo en 2010, 2011 y 2012, con una base de $11.521 millones; y en 2013, de 12.435 millones en base a prórrogas que dio la Presidenta. Este nuevo sistema implica un 41,2% de conservación para las provincias que suscribieron la prórroga.
    La implementación de los nuevos convenios va a permitir a las provincias para 2014, a través de los ATN, un ahorro de $10 mil millones, a través de la reducción del stock de deuda por aplicación de los ATN.