El primer aviso se produ­jo esta semana. La comuni­cación que el Ministerio de Economía de la Nación les envió a las provincias para encomendarles la misión de constreñir sus sistemas tributarios locales, espe­cialmente los que fijan los municipios, constituye la señal inicial de la batalla que se viene, en un año electo­ral. Seguramente será una disputa dolorosa y con alto costo. La administración de Javier Milei tiene decidido reestructurar la grilla im­positiva, pero no está dis­puesto a reducir solamente los que son de orden na­cional, también quiere que los gobernadores poden los impuestos que cobran en sus jurisdicciones y además ayuden a guadañar las tasas que ponen los intendentes.

El objetivo -dicen- es re­ducir la tan mentada pre­sión fiscal, pero la movida lleva implícito un ajuste que hasta ahora los mandatarios provinciales y municipales han ido gambeteando con sutileza en todas las latitu­des, también aquí en Co­rrientes. 

El mapa tributario en la Argentina muestra la vi­gencia de 46 impuestos nacionales, 25 provinciales y 84 tasas municipales, en total 155 tentáculos para alimentar el fisco en todas sus esferas (ver página 4). El presidente Milei pretende achicar el número y esta­blecer una simplificación, lo que no significa reducir la presión. Esto último quiere que se concrete por vía de la eliminación de las obligacio­nes que imponen los muni­cipios. 

Ahora bien, sucede que al achicar la base imponible de tributación, se reduce la recaudación. Y con menos "caja" no quedará otro cami­no que recortar la estructura del Estado y hacer más efi­ciente el servicio. Es el sue­ño libertario.

Los gobernadores están advertidos de lo que se vie­ne, pero no está claro que los intendentes hayan de­codificado el mensaje en su plenitud.

En el preaviso que despachó el miércoles la cartera que dirige Luis "Toto" Caputo a los gobernadores se ocupó de señalar que en medio está el cumplimiento de la manda legal por la distribución de la Coparticipación Federal.

Los mandatarios provinciales sa­ben que cuando la Casa Rosada pise a fondo con el proyecto quedarán frente a la disyuntiva de cuidar su pau­ta o sucumbir en el intento de salvar las intendencias que no cumplen. El parámetro es "déficit cero" para todos y todas. 

En la misiva que envió el Palacio de Hacienda, les pide que "implementen medidas para que sus municipios se adecuen a la legislación y promuevan la derogación de las tasas" cuyo valor "no guarde proporcionalidad con el costo de la prestación del servicio". A la par, solicitó a los gobernadores que intimen a los municipios para que, en el caso de que no cumplan con los requisitos detallados anteriormente, se los suspenda de la masa copartici­pable.

El foco está puesto en las tasas mu­nicipales que cobran los intendentes. Se trata de una atribución que la ad­ministración libertaria rechaza y está dispuesta a combatirla, en especial en la provincia de Buenos Aires, donde diversas empresas ya acudieron a la Justicia reclamando su derogación en sintonía con lo que pretende la Casa Rosada.

No obstante ya hubo reacciones en las provincias, un par de ministros que respondieron a la requisitoria de la prensa coincidieron en señalar que "el 80% de la presión tributaria se explica por impuestos nacionales". Y es así, el grueso de la recaudación fiscal -más del 90% del total- estriba en ocho tri­butos, seis nacionales, uno provincial y uno municipal. (Ver gráfico adjunto)

Los datos pertenecen al Ieral, un instituto especializado en tema im­positivos, que hizo una radiografía, la más exacta que se conoce, de cómo influyen los impuestos en el bolsillo de los contribuyentes. 

En Córdoba, por ejemplo, señalan su compromiso con lograr un alivio fiscal y burocrático, pero resaltan que "los impuestos nacionales son los que generan la mayor carga fiscal" en la Ar­gentina. Y retrucan que "la Constitu­ción nacional habla de criterios obje­tivos los cuales se están incumpliendo hace 30 años".

Respecto al tema de los municipios enarbolan un fundamento que ya expusieron otras provincias, sobre el régimen de autonomías municipales garantizadas por la Constitución. 

A su vez, gobernaciones del NOA plantearon la necesidad de un reor­denamiento integral que garantice la "proporcionalidad" de la presión de la que habla el Gobierno central. Entre Ríos por su parte, se mostró dispues­to a revisar el entramado tributario con los intendentes, pero "sin poner riesgo la autonomía financiera de los municipios". 

Otras jurisdicciones, en tanto, re­conocieron haber recibido el pedido del Gobierno y estar analizándolo. En Corrientes, silencio. El Gobernador está de vacaciones.s

En Argentina se pagan 155 impuestos entre tributos nacionales, provinciales y municipales. Son siete más que en 2023. "Del análisis de la legislación tributaria de 2024", el Iaraf aclara que en el caso de las tasas munici­pales, que formalmente son un precio a cambio de servi­cio que presta una comuna, en los últimos años han co­menzado a perfilarse con la impronta de un impuesto. Esto es así porque lo que pa­gan los contribuyentes ex­cede en mucho al costo del servicio que reciben. En la provincia de Buenos Aires, por caso, la mayoría de los distritos cobran la tasa de Seguridad e Higiene (Tish) con base en una alícuota en función de la base imponi­ble de Ingresos Brutos. Algo parecido sucede en otras jurisdicciones.

Fuente: www.nortecorrientes.com