Por Francisco Aristi

El tsunami de importaciones que presagian la industria nacional para 2025, ya prefigura un mapa de sectores perdedores que advierten que es imposible competir con el ingreso sin barreras de productos internacionales. El libre comercio fue una bandera de campaña de Javier Milei, aunque preocupa que lo haya implementado en plena recesión, con dólar barato y sin mediar reformas impositivas.

Entre los rubros más golpeados están fabricantes de electrodomésticos; máquinas y herramientas; textiles, fundamentalmente confeccionistas; calzado, maquinaria agrícola y autopartistas. También el sector electrónico del continente y los aparatos de iluminación para la construcción.

El turismo ya sufre, pero por el dólar barato y la devaluación en Brasil. La apertura roza apenas a la industria radicada en Tierra del Fuego, por la compra de celulares puerta a puerta.

La industria alimenticia también está amenazada. La recuperación escasa del consumo contiene las compras en el exterior de los súper e hipermercados que, por ahora, incrementaron los importados, pero sólo en productos puntuales.

La industria automotriz también está pagando los costos de la eliminación de la administración del comercio. El sector funciona con el arancel del Mercosur y un acuerdo específico. Sin embargo, los autos extra-zona siguen aumentando su participación en el mercado local.

A la baja de aranceles especiales en productos como heladeras, bicicletas, motos, neumáticos y anteojos de sol y el abandono de toda administración del comercio en la Aduana, se sumó la medida de subir a u$s3.000 el cupo de importaciones vía courier para uso personal que, hasta un gasto de u$s400, sólo paga el 21% de IVA.

China, Bangladesh y Brasil

Los sectores industriales mercado internistas pierden competitividad porque soportan la recesión con costos fijos en aumento en dólares y tienen que afrontar los productos importados con subsidios de sus países de origen, por casos China, Bangladesh y también Brasil. En 2024, la industria manufacturera ya perdió 38.000 puestos de trabajo.

Las alarmas encienden en amarillo desde junio, cuando volvió el déficit comercial. En octubre, las importaciones sumaron u$s6.128 millones, el primer incremento luego de 20 meses consecutivos de bajas. Vehículos, bienes de consumo y bienes de capital fueron los que más aumentaron.

“En enero-octubre 2024 versus 2023, las importaciones en electrodomésticos crecieron: los ventiladores un 70%, heladeras un 50% y lavarropas un 25%”, detalló a Letra P la politóloga consultora de empresas Agostina Monti Salías.

“Complica la importación de forma irracional, más si se tiene en cuenta la sobrecarga impositiva que soporta la industria. Habrá empresas que se convertirán en importadoras y otras que van a cerrar. Habrá más pérdida de empleo”, anticipó a este medio Enrique Bertini, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA).

Las importaciones esperan la reactivación

“La competencia de origen china tiene mayor impacto en el corto plazo, en el mercado de reposición. Con cierta recuperación de la demanda, se espera un crecimiento fuerte de autopartes. Ningún país está en condiciones de competir con los precios de Asia, donde no hay transparencia, con costos que no son de mercado y subsidios estatales”, planteo Juan Cantarella presidente ejecutivo de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC).

Consultado por Letra P, José Tamborenea, presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel) detalló que “la industria nacional tiene la cancha desnivelada. Hay que bajar todos los costos; impuestos nacionales, provinciales y municipales; y la logística para trasladar un contenedor con aluminio desde Puerto Madryn a Buenos Aires es más cara que traerlo desde China”.

"La compra de hasta 400 dólares sin impuestos puede perjudicar a las computadoras, celulares , máquinas de barbear y de fotos de las empresas radicadas que pagan impuestos y el importador no", graficó.

Elio del Re, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), le dijo a este portal que “la eliminación del impuesto PAIS a las importaciones va a tener un impacto negativo". "Les rebaja 7,5 puntos a los productos importados y nada a los nacionales”, explicitó.

La industria metalúrgica es un termómetro de la actividad productiva; en octubre otra vez volvió a caer respecto de septiembre, además de la merma interanual.

Dólar barato mata competitividad

Marco Meloni, vicepresidente de la Fundación Protejer, la cámara textil, afirmó que “el dólar planchado y el aumento de tarifas hicieron a nuestra industria menos competitiva". "A eso hay que sumarle la baja del consumo y el aluvión de importaciones que esperamos para el año próximo”, anticipó en diálogo con Letra P.

Consultado por este medio, Juan Carlos Hallak, profesor de Economía Internacional de la UBA, dijo que “preocupa la velocidad de la apertura en un contexto de apreciación cambiaria. De otra manera, no sería tan problemático”.

Fernando Lascia, socio de la Cámara Argentina de Industriales de Pequeños Electrodomésticos (CAIPE) anticipó a este portal que “en cuatro o cinco meses vamos a tener una avalancha de importados".

"Hay reminiscencia de (José) Martínez de Hoz. Hicieron desregulaciones que no tienen sentido, como relajar las normas en seguridad eléctrica”, puntualizó.

Fuente: www.letrap.com.ar