"Tratan de desestabilizar al Gobierno". Así sintetizó el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, la transfiguración del caso (policial) Loan Peña al hecho (político) de sus drásticas medidas adoptadas. En paralelo se suceden las declaraciones de los imputados por la sustracción del menor, las marchas por la aparición del niño de 5 años (desaparecido hace 37 días de un naranjal en el paraje El Algarrobal, localidad de 9 de Julio) y la cobertura mediática, así como la conversación social en redes que ha suscitado el caso.

 En una conferencia de prensa (que recuerda a la brindada el año pasado por el entonces gobernador del Chaco Capitanich, al quedar salpicado por el caso Cecilia), Valdés esgrimió ayer una férrea defensa de su plena ajenidad a la desaparición de Loan. "No tenemos nada que ver", afirmó con contundencia y pidió a los correntinos que crean en él. "No vamos a permitir que desaparezca ni un solo niño más, es inadmisible".

 Tal como informó este matutino en una edición anterior, la imagen del jefe de Estado provincial se ha visto afectada por el caso y la trama que fue escalando desde un extravío en el monte a una red criminal de trata de menores de edad con fines de explotación sexual. Hasta el momento de ocho detenidos imputados, hay dos que eran miembros de la Policía de Corrientes, uno de ellos es Walter Maciel, el comisario del pueblo.

 El desprestigio que alcanzó la institución de seguridad terminó por hacer caer primero al ministro de Seguridad Buenaventura Duarte, y luego a la cúpula de la Policía de Corrientes, y ayer Valdés anunció que también echó al resto de los diez directores generales de la Jefatura y al jefe de la Unidad Regional de Goya, jefe directo de Maciel. Este último declaraba ayer ante la jueza de caso (ver página 4). 

 Las decisiones han sido adoptadas para "darle seguridad y certeza a cada uno de los correntinos".

Las consecuencias del caso Loan llevaron al Gobernador de Corrientes a recordar sus más de siete años a cargo del Estado (con pandemia e megaincencios). "Hemos transcurrido muchos momentos difíciles, pero tenemos un gobierno íntegro", expresó el titular del Poder Ejecutivo que termina su segundo mandato en diciembre próximo y no puede ser reelecto.

  "Pusimos en funcionamiento todas las fuerzas del Estado, trabajamos enormemente para encontrar a Loan, hemos rastrillado y colocamos los mejores investigadores", manifestó Valdés luego de los cuestionamientos que viene recibiendo desde distintos sectores y que anteayer confluyeron en una masiva concentración y marcha desde la Rotonda de la Virgen; entre ellos el mediático abogado porteño Fernando Burlando, querellante en la causa. 

 "Son caranchos políticos. Sin duda esto es un aprovechamiento político, sabemos quiénes son y de dónde vienen los ataques", aseguró Valdés. Pese a ello, no identificó con nombre a ninguna de las aves de rapiña que pretenden "mancillar al Gobierno". 

"Somos los que denunciamos un delito federal porque encontramos pistas de que el menor fue sustraído o involucrado en la trata de personas. Estamos a disposición y seguimos trabajando con la misma fuerza, compromiso y coraje para saber quién se llevó a Loan", sentenció el mandatario provincial líder del radicalismo y la alianza Vamos Corrientes. 
 Su intervención, realizada al día siguiente de haber tomado juramento al nuevo jefe de la Policía, Miguel Ángel Leguizamón (Ver nota de al lado), también fue para anunciar que el área de Asuntos Internos pasará a depender directamente del Ministerio de Seguridad, ahora a cargo del radical Alfredo Vallejos. 

La intención de tener mayor "control político" sobre la unidad es para evitar nuevas situaciones como la ocurrida con el comisario Maciel, quien estaba a cargo de una dependencia pese a contar con una denuncia de otra agente por abuso sexual. 

"Nunca más vamos a tener un comisario que pueda ser sospechado o condenado", prometió Valdés (al que ya en 2022 se le había pasado nombrar en la máxima jerarquía a otro comisario abusador). 

Fuente: www.ellitoral.com.ar