A poco más de 100 días del gobierno de Javier Milei, el sector automotriz nacional entró preventivamente a boxes y recalcula el plan de carrera. Las terminales Toyota, Renault y Nissan propusieron retiros voluntarios para el personal, General Motors paró la planta dos semanas, PSA (Peugeot-Citroën) y VW restan en forma sistemática un día de producción por semana.

Es la consecuencia directa de un mercado automotriz que cayó un 32% en los patentamientos en el primer trimestre del año y de que la producción bajó un 18% acumulado. En enero tuvieron un uso de la capacidad instalada del 25%, tres de cada cuatro máquinas apagadas.

“Las automotrices se fueron de mambo con los precios, el mercado no lo convalidó y ahora ya no deberían aumentar más en pesos. Queda saber qué mercado tendremos este año, si son 350 mil vehículos o cuántos”, explicó un economista que estudia y asesora al sector en diálogo con Letra P. En 2023, se vendieron casi 450.000 unidades. La industria local tiene capacidad para fabricar 1.300.000 vehículos por año.

A Toyota lo sostiene Brasil

Toyota anunció 400 retiros voluntarios para su planta de Zárate. Para una empresa que tiene 6.000 personas trabajando, el número no es significativo, pero este achicamiento de la empresa japonesa considerada una de las más dinámicas del mercado, es una señal de alerta para el sector.

A Toyota se le cayeron los mercados externos de Colombia, Chile y Perú donde exporta su estandarte, la pickup Hilux. Brasil, a contrapelo, sigue demandado y es un alivio, ya que hacia allí va la mitad de las camionetas que la empresa exporta desde Zárate. Con este escenario coyuntural, la empresa japonesa redujo su plan de producción respecto del año pasado: de las 181.000 de 2023 a 165.000 para 2024.

En la planta de Santa Isabel en Córdoba, Renault desvinculó a 270 trabajadores contratados, que recibirán una indemnización de tres sueldos. Además presentó un plan de retiros voluntarios, en el que ofrece toda la indemnización y seis sueldos adicionales. También ofrecen jubilaciones anticipadas.

“El mercado automotriz nacional tiene una contracción del 30% y Brasil sostiene la demanda externa. Chile y Colombia redujeron la inflación con tasas de interés altas y eso retrajo el financiamiento para la población, por lo que bajó el consumo”, dijo a este portal un experto del sector.

En Santa Fe, General Motors anunció que hasta el 14 de abril paraliza la planta de General Alvear. Aduce problemas en el suministro de piezas y autopartes que vienen del exterior, porque el Gobierno no les da acceso a dólares para pagar a sus proveedores.

El sector espera que Argentina arranque

Fuentes de la Asociación de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) explicaron que “hay que esperar a mayo para que se defina la tendencia económica, hay que ver si las exportaciones del sector no compensan la caída del mercado interno; por ahora no sucede eso”.

ADEFA está presidida por Martín Zuppi de Fiat Chrysler Automobile (FCA), la sociedad que agrupa a Fiat, Jeep, Chrysler, Dodge y Ram y que al fusionarse con Peugeot-Citroën (PSA) dieron nacimiento al gigante Stellantis.

Zuppi fue prudente con Milei, solo envió una carta en busca de soluciones para la deuda comercial que les dejó el ex ministro de Economía Sergio Massa, por las importadores del sector. Toto Caputo les ofreció el bono Bopreal para acceder a los dólares CCL, pero nunca les devolvió el impuesto PAÍS (17,5% de las operaciones) que ya había pagado por esas importaciones y están esperando. Las autopartistas con deudas menores a u$s500.000 pudieron acceder al dólar oficial para pagar la deuda atrasada.

Juan Cantarella, gerente general ·de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), explicó a Letra P que “todos los proveedores se van a ver afectados por una caída esperada en la producción en las terminales del 14/15% en 2024”. "Todo el sector está viendo cómo administrar está caída, con la expectativa de poder evidenciar una recuperación cuánto antes, que es lo único que hace que no haya despidos aún”, agregó.

SMATA elige no opinar

El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), cuyo secretario general es el peronista Ricardo Pignanelli, avisó que por ahora no van a hacer comentarios por los planes de achicamiento en las fábricas del sector.

El secretario adjunto de SMATA, Mario Manrique, se mostró más combativo con el Gobierno y militó el paro que en enero realizó la Confederación General del Trabajo (CGT). El también diputado de Unión por la Patria dijo que el llamado al Pacto de Mayo de Milei “es una extorsión a los gobernadores”.

La industria automotriz genera más de 70.000 puestos de trabajo directos y representa el 6% del empleo industrial. El 70% de la producción del sector se exporta al Mercosur.

Fuente: www.letrap.com.ar