Por Eugenia Muzio

Sin ley ómnibus, el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Toto Caputo, cumplieron su advertencia de pasar la motosierra por las transferencias discrecionales a las provincias. En enero, 12 jurisdicciones no recibieron un peso y en total se desplomaron un 98% en términos reales. La decisión no solo tensa la áspera relación con los mandatarios provinciales en medio de la imposibilidad de arribar a un consenso político, sino que ahoga a las jurisdicciones más dependientes en pagos como salarios docentes y de policías, aportes a las jubilaciones y asistencias financieras.

En diciembre, el Presidente ya había avisado que cortaría todo flujo de dinero para gastos de capital (obras públicas) y sólo avanzaría con proyectos en ejecución. Este jueves, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, denunció que no recibió lo correspondiente al Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) que complementa los sueldos de la planta docente provincial. Además, el Gobierno avisó que dejará de subsidiar a las líneas de colectivos del interior del país. Letra P solicitó a Economía los números de las partidas presupuestarias a pisar, pero no obtuvo respuesta del ministerio.

La Nación envía dinero a las provincias de diferentes formas. Están los fondos coparticipables, que son transferencias automáticas que se realizan por ley provenientes de la recaudación de distintos impuestos. El titular del Palacio de Hacienda se encargó de aclarar, en entrevistas televisivas, que esos recursos "están yendo" a las cajas provinciales. Por otro lado, están los discrecionales, que son administradas políticamente por el poder central por fuera de la obligación legal. Sobre las últimas se montó la guerra con los gobernadores: es la canilla que el jefe de la cartera económica puede cerrar o abrir a gusto.

En qué se usan las transferencias discrecionales

Un informe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) precisó que en 2023 el 80% del dinero que se envía por esa vía tuvo los siguientes destinos:

• El Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), que complementa los sueldos del personal docente de las provincias;
• El Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la provincia de Buenos Aires (FFFPBA), que el gobierno de Axel Kicillof destina a salarios de la Policía bonaerense.
• Aportes de la Anses a las cajas de jubilaciones provinciales no transferidas a la Nación
• Distintas asistencias financieras a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires a través de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN)

Las transferencias discrecionales también pueden ser corrientes, destinadas a financiar gastos ordinarios como sueldos provinciales, y de capital, para financiar obras o inversiones con una proyección de largo plazo.

Qué provincias sufrieron la motosierra

Como adelantó Letra P, en el primer mes del año, las provincias recibieron $13.322 millones (crédito pagado), lo que implica una caída interanual nominal de 91% y una caída real de 98,0%, según un informe de Nadín Argarañaz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Todas las jurisdicciones tuvieron una caída interanual real en el gasto pagado, en tanto 12 no recibieron pagos. Las menores caídas se observaron en Corrientes (-26%), Chubut (-30%) y Córdoba (-92%).

En declaraciones televisivas, Caputo planteó estar haciendo "la misma política para todos". Mientras, los fondos que se transfirieron a Buenos Aires, Catamarca, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Tucumán y Chaco cayeron 100%.

Al inicio del gobierno de La Libertad Avanza, el Excel de Caputo decía que las transferencias deberían terminar el año en torno de 0,5% del PBI desde el 0,8% para alcanzar el déficit financiero cero. Sin el capítulo fiscal de la ley ómnibus ni otro proyecto con impacto de este tipo en el medio, esa línea se está reescribiendo.

Fuente: www.letrap.com.ar