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EL TIEMPO EN LA CRUZ

OPINIÓN

14 de agosto de 2023

Vencedores y vencidos

Milei y el análisis de las elecciones de los tres tercios, separados por menos de 3 puntos

Por Horacio Verbistky

El 22 de octubre disputarán la elección presidencial:

  • Javier Milei, con la boleta libertaria, que obtuvo el 30% de los votos.
  • Patio Bullrich, por la coalición cambiante, y
  • Sergio Tomás Massa en representación de los patriotas.

Entre el primero y el tercero la diferencia no llegó a los tres puntos. Se confirmó así con notable exactitud la predicción de CFK sobre una elección dividida en tercios. La sorpresa fue que Milei resultara el candidato más votado y Rodriguez Larreta quedara fuera de la competencia. La Libertad Avanza se impuso nada menos que en 16 provincias. De norte a sur:

  1. Jujuy
  2. Salta
  3. Misiones
  4. Tucumán
  5. Santa Fe
  6. Córdoba
  7. La Rioja
  8. San Juan
  9. Mendoza
  10. San Luis
  11. La Pampa
  12. Neuquén
  13. Río Negro
  14. Chubut
  15. Santa Cruz, y
  16. Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atántico Sur.

Es decir que clavó su pica en territorios que hasta ahora han respondido al justicialismo, a la UCR, al PRO y al Frente Renovador. Fue una avalancha de votos que tiñó el mapa de un nuevo color.Al cierre de esta edición, los libertarios encabezaron la votación con el 30%, seguidos por JxC con el 28,2% y la UxP, con el 27,1%. El ausentismo superó en unos 10 puntos al registrado en la anterior PASO presidencial, hace cuatro años.  Los votos en blanco representaron el 4,4%. Esto deja abierta la disputa para octubre. Cuando Massa asumió el ministerio de Economía, hace justo un año, la perspectiva era el helicóptero y la Asamblea Legislativa. Ganar la elección con una inflación de 120% anual hubiera sido un milagro, que no se produjo. Pero tal como estableció CFK, el objetivo era llegar a las instancias siguientes y, de ser posible, alcanzar el balotaje.

En las primarias de 2019, Alberto Fernández y Cristina obtuvieron 47,8%, más de veinte puntos por encima del resultado de ayer. Maurizio Macrì recibió entonces el 31,8% en las PASO, casi cuatro puntos más que ahora. El tercio de Milei se alimenta de esas pérdidas. Esto sugiere que de cada tres de sus votos, dos son personas desilusionadas con el actual gobierno.

Los libertadores celebraron con anuncios de un antiperonismo exacerbado, centrado en la frase de Eva Perón sobre las necesidades y los derechos. Milei llegó a decir que la justicia social era un concepto aberrante. Mientras Milei insiste en dinamitar el Estado, la primera ministra italiana Giorgia Meloni, tachada de neofascista, anunció un impuesto del 40% sobre las ganacias extraordinarias de los bancos e incrementó en 20% la participación estatal en la principal empresa eléctrica. Los cambiantes y los patriotas hacían lo posible por disimular su contrariedad. No les resultó tan difícil, porque las diferencias entre las tres fórmulas son exiguas y no es creíble la jactancia de Milei de imponerse en la primera vuelta de octubre. La mayor novedad fue el mensaje del ex Presidente Maurizio Macrì, quien llamó a sumar los esfuerzos de Bullrich y Milei, para cambiar en forma definitiva el país. Algo de eso podría ocurrir, salvo que ambos llegaran al balotaje, cosa posible pero improbable.

Dentro de dos meses y una semana los tres volverán a encontrarse en las elecciones generales. La mayor incógnita es qué pasará con los votos obtenidos en las primarias por las fórmulas perdidosas: con el 11,2% Rodríguez Larreta, y con el 5,7%% Juan Grabois.

Anoche ambos acompañaron a los electos en sus respectivos locales y prometieron apoyarlos. Pero está por verse con qué entusiasmo lo harán, y qué respuesta obtendrían de sus partidarios. En caso de que ningún candidato supere el 45% (o el 40% con una diferencia de al menos 10% sobre el segundo) las dos fórmulas más votadas dirimirán la presidencia en una segunda vuelta, el 19 de noviembre. Quien prevalezca, asumirá la presidencia el 10 de diciembre, para cumplir un mandato de cuatro años. Bullrich superó a Rodríguez Larreta por 6 puntos, una diferencia más estrecha de la que vaticinaban las encuestas, pero que implica un cambio de poder interno. Fundador de Cambiemos, Rodríguez Larreta fue candidato a vicejefe con Maurizio Macrì en 2003, su jefe de gabinete entre 2007 y 2015 y jefe de gobierno en los últimos ocho años. Los recursos invertidos en su campaña superan al resto, tanto con aportes estatales como privados.

Esto debe analizarse en conjunto con los resultados de la Capital, donde el radical evolucionista Martín Lousteau fue batido por el primo del ex Presidente Maurizio Macrì, quien así confirma su hegemonía en su propio distrito y se asegura un rol al menos como orientador para un eventual gobierno de Bullrich. La diferencia de Jorge Macrì con Lousteau apenas pasó el punto y medio, en parte por el trasvasamiento de 2 ó 3 puntos del candidato de la Unión por la Patria, Leandro Santoro, que prefirieron apoyar a Lousteau, ilusionados con el ocaso del macrismo. La suma de ambas candidaturas llegó al 55% de los votos efectivos emitidos, una marca excelente para JxC.

Cuando se conozcan todos los datos oficiales podrá medirse con exactitud la magnitud de la suma de los ausentes y de quienes votaron en blanco o anularon su sufragio.

También superaron el piso del 1,5% que las habilita para competir en octubre, las fórmulas encabezadas por Myriam Bregman, de la izquierda marxista, y Juan Schiaretti, por el cordobesismo. Schiaretti planeaba una alianza posterior con Rodríguez Larreta, pero es dudoso que haga lo propio con Bullrich. En cambio, no llegaron a la línea de largada el peronismo de derecha de Guillermo Moreno (0,8%) , ni el fascismo neo de Santiago Cúneo (0,33%), pese a la amplia cobertura que ambos tuvieron de los canales y las señales de televisión complacidos por su histrionismo, como fenómenos circenses. Esta vez se salvó del mismo destino Julio Bárbaro, porque renunció en cuanto se iniciaron las investigaciones sobre el abultamiento de listas en internas de fuerzas minúsculas, para cobrar el subsidio estatal por  la impresión de boletas. El negocio quedó claro en la interna de Principios y Valores. Además de Moreno se presentaron otras cuatro listas de su sello.

La provincia y los municipios

En la provincia de Buenos Aires, con el 37% del padrón nacional, el gobernador Axel Kicillof, que no tenía competencia, fue el candidato más votado. Lo siguieron, con 3 puntos y monedas menos Néstor Grindetti y Diego Santilli (con diferencia de tres décimas entre ambos, que tal vez se resuelvan en el escrutinio definitivo). Grindetti era el candidato de Bullrich, pese a la conmoción por el asesinato de Morena Domínguez en el partido que gobierna, pero en el que no vive, Lanús. Cómo se conciliarán para la elección general los dos bandos enfrentados en las primarias es una de las incógnitas pendientes. También Grindetti expresa la vigencia de Maurizio Macrì. Fue gerente principal de sus empresas y ministro de Economía de su gobierno porteño.

El kirchnerismo se alzó con la victoria en Hurlingham, donde el camporista Damian Selci demostró en las urnas que la militancia en los barrios y el contacto constante con los vecinos es un instrumento electoral efectivo, frente al camaleón Juan Horacio Zabaleta, experto en la rosca, que no le alcanzaría para mantenerse en la intendencia. Lo mismo ocurrió en Quilmes, donde Mayra Mendoza se impuso por una amplia diferencia. En La Matanza, que con más de un millón de electores es el noveno distrito del país, más poblado que 15 provincias, Máximo Kirchner habilitó la posibilidad de que el Movimiento Eguita dispute la intendencia con el titular, Fernando Espinoza. Pero el intendente, recibido en el Senado por Cristina, se impuso con comodidad. Y la suma de ambas listas duplicó los votos de JxC. En Tigre, el empecinamiento de Massa en recuperar su territorio, con la candidatura de su esposa, se estrelló contra las preferencias vecinales por Julio Zamora, a quien la justicia electoral impidió competir con la boleta larga encabezada por Massa, lo cual provocó el enojo de Cristina. En la elección presidencial, en Tigre se impuso Massa, pero Malena Galmarini perdió la intendencia con Zamora, quien con alta probablidad será reelecto. En cambio, Fernanda Raverta fue derrotada en Mar del Plata por el intendente cambiemita, Guillermo Montenegro, pese a su alianza con el ex Gustavo Pulti.

Juntos por el Cambio retendrá su cuna, en la Capital Federal, y además se impuso en Entre Ríos y Corrientes. Unión por la Patria prevaleció en la provincia de Buenos Aires, lo cual se parece a una hazaña, porque salvo un vez, siempre el partido que ganó la presidencia también se impuso en el distrito más poblado. Esto les aseguraría conservar vigencia, aún cuando Milei alcanzara la presidencia. En cambio el radicalismo fue sepultado en estas primarias, donde de los tres distritos que gobierna sólo se impuso en Corrientes. Como precandidato a vicepresidente de Rodríguez Larreta, el contador Gerardo Morales fue el principal artífice de esta debacle, derrotado incluso en Jujuy. No fue una buena idea competir para ver quien es el más duro de los duros.

La jueza electoral de la Capital, María Servini, no ahorró críticas para el sistema de votación adoptado para estas Primarias. Responsabilizó tanto a la empresa contratada para la provisión e instalación de las máquinas como al Instituto de Gestión Electoral de la Ciudad de Buenos Aires, por el grado de improvisación con que se manejaron, con "una impericia nunca antes vista". Un tercio de las máquinas no funcionaban o tenían problemas de distinto tipo. Servini también dijo que las máquinas admiten la introducción de un pendrive que podría modificar los resultados y recomendó controlar que ello no ocurriera. Tanto Servini como la Cámara Nacional Electoral dispusieron que se escrutaran las boletas de papel con los candidatos nacionales, cualesquiera fuera la situación del voto electrónico. Esto mide la doble derrota de Rodríguez Larreta.

Alberto Fernández será el cuarto habitante de la Casa Rosada que no consiga la reelección, habilitada hace 29 años por la Constitución. Lo precedieron en ese dudoso honor Fernando De la Rúa, el senador Eduardo Duhalde que completó como interino aquel periodo, y el propio Macrì. Desde la reforma de 1994, los únicos reelectos fueron Menem y los kirchneristas. De la Rúa y Duhalde no completaron sus mandatos y Macrì intentó en vano permanecer un segundo término, pese al apoyo de las potencias occidentales, expresado a través del mayor préstamo que el Fondo Monetario Internacional otorgara a cualquiera de sus miembros en sus ocho décadas de existencia.

El rol del FMI

Tanto Macrì como el representante de Donald Trump en el FMI, Mauricio Claver-Carone, dijeron que el objetivo era consolidar el modelo que había iniciado el fundador de Cambiemos. Esto es sólo una parte de la verdad. El acuerdo de stand-by firmado en 2018 (y su inevitable refinanciación por uno de Facilidades Extendidas en 2022), también procuró encadenar a la Argentina a las decisiones del capital internacional, con indiferencia por quien la gobernase. Este es el drama que enfrenta como puede la Unión por la Patria. Massa no se cansó de repetir en cada acción proselitista, que su ideal sería pagarle al Fondo y despedirse de él para recuperar la plena soberanía del país. Pero no tiene los recursos para hacerlo, apenas la imaginación para diversificar las fuentes de financiamiento ante cada plazo por vencer, de modo de no incurrir en incumplimientos que permitan al FMI imponer cada vez más condiciones al país.

La información al respecto es difusa. Se sabe que esta vez contó con un adelanto de la CAF y un préstamo de Qatar, pero sigue en la nebulosa respecto de si también se utilizaron yuanes del swap de monedas con China. Una versión lo afirma pero otra lo niega, aduciendo que Estados Unidos se opuso a esta legitimación del nuevo rol internacional de China, que amenaza la hegemonía del dólar, y que el FMI actuó como vocero del Tesoro estadounidense.

Ese malabarismo financiero se realizó a la espera de que una vez terminadas las vacaciones del hemisferio norte, el directorio del FMI aprobara el acuerdo firmado con el staff técnico y girara los 7.500 millones de dólares prometidos. ¿Cumplirá el organismo ese compromiso contraído con el ministro que salió tercero en las elecciones primarias, o se negará a hacerlo y precipitará un nuevo tsunami financiero? Antes de las PASO, Massa anticipó que firmaría el aumento de suma fija para todos los trabajadores, al que hasta entonces se oponían los sindicatos de la CGT, para cuyas obras sociales hubo 20.000 millones de pesos. También anunció aumentos y bonos para los jubilados, aumento del mínimo para el impuesto a las ganancias e incrementos de las asignaciones  familares. Es decir, casi todo aquello que espeluzna al FMI. En previsión de una corrida cambiaria y bancaria, el equipo económico también se ha preocupado de que los bancos tuvieran una dotación suficiente de billetes verdes para impedirla.

El esfuerzo no termina hoy, empieza de nuevo mañana, dijo Massa en el acto de la medianoche de UxP, en el que convocó a un acuerdo de unidad nacional, no de coalición de gobierno, para construir una nueva mayoría, que convoque a quienes quieren resolver el problema con el FMI. Falta el segundo tiempo, el alargue y los penales, dijo. Agregó que se enfrentaban dos modelos (cosa que ya había dicho antes de él, Axel Kicillof):

La discusión será, dijo, si "vuelven los sistemas privados de jubilación o si el Estado va a seguir protegiendo con jubilaciones o programas de medicamentos a más jubilados; o el mercado de trabajo con más derechos o menos; o si se eliminan las vacaciones pagas, el doble aguinaldo, si se respeta la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo".

Fuente: www.elcohetealaluna.com

 

 

 



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