El fuego no da tregua y ni siquiera las precipitaciones registradas entre el martes y ayer trajeron alivio, porque en el centro de la provincia, donde están los esteros del Iberá no llueve y es allí donde se multiplican los focos desde hace ya dos meses.

Según el informe del Comando Operativo de Emergencias (COE) de la provincia ayer se registraron 13 focos de incendios, de los cuales tres estaban activos y diez en verificación, bajo control de cenizas. Las localidades donde se combatieron las llamas fueron San Luis del Palmar, Palmar Grande, San Miguel, Ituzaingó, Concepción, San Martín, Colonia 3 de Abril, Colonia Pando, La Cruz, San Roque, Paso de los Libres, y Esquina.

En tanto, el informe del Servicio Nacional de Manejo del Fuego informó que, en el litoral argentino, Corrientes tenía hasta ayer un único incendio activo en la localidad de San Martín (Guaviraví) y Entre Ríos en Gualeguay (El Dorado y El Bronce). 

El informe también relevó que en Corrientes permanecían contenidos dos focos en Ituzaingó (Ñupy 2, Evento 12/Loma San Marco) y Concepción (Estero Carambola y Estero Batelito), mientras que en Entre Ríos estaba controlado el de Gualeguay en la zona de El Plateado y fueron extinguidos los de Ibicuy y Bovril.

SEQUÍA
En los últimos tres años en distintas zonas de Corrientes, sobre todo en el centro del territorio provincial, se perdió un año de precipitaciones, es decir, llovió en promedio, un 35 por ciento menos de lo normal, y para el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), el 95 por ciento de los incendios de este año afectaron profundamente a los humedales.

Según el organismo, la pérdida de los espejos de agua fue paulatina en la provincia. En diciembre de 2021 la superficie cubierta por agua ya había bajado a 1.274.583 hectáreas, y doce meses después se ubicaba en 1.081.525 hectáreas. La escasez hídrica se acentuó en el verano y hace una semana eran sólo 766.630 las hectáreas que permanecían cubiertas por agua en Corrientes.

Con una superficie total de 8,8 millones de hectáreas, Corrientes debería tener cerca de 3.1 millones de hectáreas cubiertas por esteros, bañados, ríos y arroyos, pero la prolongada sequía redujo caudales a cifras nunca antes vistas.

En la provincia, el régimen normal de lluvias para enero es de 150 milímetros, pero este año cayeron solo 50. En el mismo mes de 2022 apenas llegaron a recibir 5 milímetros y el área total cubierta con agua se ubicó en el 10% para esa fecha. En el centro sur correntino, en tanto, el año pasado llovió la mitad de lo habitual.
Al paso de La Niña, el evento climático caracterizado por una drástica disminución de las precipitaciones, la superficie cubierta con agua en la provincia de Corrientes cayó de un promedio de 40% al 8,6% en un lapso de tres años. Esos espacios húmedos perdidos fueron ocupados por pastizales que constituyen un material rápidamente combustible en épocas estivales de altas temperaturas y gran insolación. 

Fuente: www.nortecorrientes.com