¿Cómo está la articulación con las universidades?
Trabajamos para lograr una formación superior y entender qué es lo necesario, el alumno tiene que saber si quiere trabajar o seguir estudiando.

Tenemos que estar en la formación técnica y no alejarnos de los objetivos de la educación, porque el joven tiene que seguir formándose integralmente, ya sea para quedarse en su comunidad y aportar desde ahí o elegir continuar su formación profesional en otras instituciones.

¿Se apunta a formar recursos humanos para las distintas áreas?
Indumentaria es el primer marco de referencia en la provincia, la experiencia se puede trasladar a otras actividades con la formación de acuerdo al lugar y la demanda que tenemos con trabajo articulado con el Ministerio de Industria. Eso lo trabajamos mucho desde las escuelas.

En marzo vamos a tener un centro de simulación clínica para enfermeros que será una sorpresa porque se eligió un lugar neurálgico de Corrientes. Allí se van a formar nuevos enfermeros con acceso a tecnología.

Para formar esos recursos humanos trabajarán en forma conjunta los licenciados en enfermería para lograr una mejor capacitación de esos trabajadores que son esenciales en nuestro sistema de salud.

¿Qué enseñanza dejó la pandemia en la articulación del docente con las nuevas tecnologías?
La solidaridad. El esfuerzo de los docentes, el apoyo del vecino que prestaba la conectividad al alumno que no tenía y la tarea invalorable de nuestros docentes.

Que la presencialidad no se discute porque es esencial y el docente es irremplazable, aprendió en medio de la pandemia, salió a hacer un Zoom intuitivamente, buscó la forma y le puso el cuerpo a la virtualidad.

Desde la Dirección aportamos gente capacitada. Un equipo de 400 personas para que salgan a trabajar con ellos y fueron los primeros que estuvieron buscando alumnos que se alejaron para tratar de revincularlos.

Modernización es uno de los tips de campaña del Gobernador ¿Cómo se trabaja en la idea de incorporar la formación de programadores desde la primaria?
Se trabaja muy fuerte. Lo hizo el ministro de Ciencia y Tecnología (Orlando) Macció. Tuve la oportunidad de conversar con jóvenes programadores que ya cursaron y empezaron a tener otros trabajos y sueños.

Diseñamos un plan de trabajo para que todos se apropien de la tecnología y en la actualidad la programación es la que abre más oportunidades de trabajo de calidad. En ese sentido, trabajaremos desde las escuelas para orientar a nuestros alumnos porque tenemos una oferta educativa variada y a veces ellos no las conocen.

En la formación técnica armamos un programa para recuperar a los chicos que salieron de las escuelas técnicas en tiempos de pandemia y pudimos implementar un programa que nos permitió que más de 52 alumnos lograran acceder a la terminalidad como técnicos.

¿Cómo se trabaja para evitar esa disociación que dicen hay entre la secundaria y la universidad?
Esa articulación se tiene que dar. Dependen del nivel secundario. Tenemos 18 escuelas normales que son las más solicitadas, desde el nivel inicial al secundario, y ahí tenemos que pensar en el nivel superior. Trabajamos con la universidad en un programa en el que capacitamos tutores de nexo, que nos dio muchos buenos resultados. Nuestros alumnos iban a ver laboratorios, cómo era la vida universitaria para analizar si tienen ganas de seguir una carrera superior y eso se seguirá favoreciendo.

Hay gente que plantea pasantías sí, pasantías no. Desde esos extremos parece, por un lado, facilitar la explotación o que favorece la vagancia ¿Cómo se logra conciliar esas posiciones?
Hay que cuidar a nuestros alumnos. Tenemos experiencia en las prácticas profesionalizantes en empresas y tiene una carga de 200 horas cátedra en el nivel técnico. El año que viene empezamos una nueva carrera técnica que se llama Bachillerato con Formación Profesional, en la que deben hacer pasantías laborales a partir de los 15 a 18 años. Ahí va a estar el joven que dejó la escuela, pero que va a ser técnico.

Tenemos que pensar que el alumno tiene que salir con la tecnología blanda, saber hacer un currículum vitae, relacionarse con el mundo del trabajo y en los establecimientos se pueden hacer empresas simuladas para que el joven pueda elegir entre conseguir un trabajo o seguir estudiando. Y esas herramientas las tenemos que dar desde el nivel secundario para que el alumno no se frustre y termine sus estudios universitarios o se incorpore al mundo laboral, según su propia elección.

¿Cuántos alumnos tiene el sistema educativo de Corrientes?
Este año tuvimos 100.000 en el secundario, más de 100.000 en primario y unos 20.000 en el superior. Esa cantidad incluye la formación de adultos y trabajamos en articular la educación de jóvenes y de adultos con la formación profesional.

Vamos a tener en la escuela técnica un entorno formativo muy fuerte. Crear una posibilidad de terminar sus estudios a quienes por cualquier motivo perdieron la escolaridad y hay que trabajar con esos adultos, sin olvidar que también tenemos la formación de personas en contexto de encierro a quienes debemos atender con una política integral en educación.

Salarios

La ministra López dialogará sobre salarios con los gremios desde la primera quincena de enero y destacó: "Lo que no quiero dejar de hablar con ellos es sobre la situación laboral, la política educativa en sí, que vamos a conversar la planificación del Ministerio de Educación por dos años. Ahí estará la posibilidad de ver cuántos alumnos vamos a recuperar en estos dos años que se vienen. Y ver de trabajar con ellos para que puedan aportar sus inquietudes. Dijimos que nos vamos a reunir en la primera quincena de enero para avanzar en nuestra agenda".

De la primaria en la Isla Apipé al Ministerio

PRÁXEDES LÓPEZ: "SOY HIJA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA".

"Soy hija de la educación pública", se ufana Práxedes López, cuyo nombre de origen griego significa "Activa y emprendedora". Contó a época que es profesora en Matemáticas, Física y Cosmografía, además de licenciada en Gestión Educativa con defensa de tesis sobre la evaluación de los estudiantes, pero que al inicio de todo cursó parte de la escuela primaria en San Antonio de Apipé y su lugar en el mundo es Ituzaingó.

"Terminé de diseñar con el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO (IIPE-UNESCO) un proyecto para el nivel secundario. Un plan para corregir la terminalidad educativa por el que fui felicitada y eso nos permitió avizorar la nueva política educativa que tenemos que aprender hoy.

Agregó: "Trabajar para formar es lo que me movilizó como docente. Este último trabajo lo presenté en forma virtual ante la UNESCO. Por la pandemia no pude viajar a París, donde tenía que presentarlo".

Reconoció: "En algún momento pensé hacer un trabajo diferente, pero la pasión por la educación es muy fuerte. Terminada la escuela secundaria, ya empecé a enseñarle a mis compañeros que adeudaban matemáticas". En la nota principal se narra su trayectoria dentro del sistema educativo correntino.

Trabajo demandante

La ministra López narró: "Tengo a mi familia asentada en Ituzaingó con mi esposo, aunque mis tres hijos ya son adultos y viven en Buenos Aires con mis nietos".

Admitió que sus funciones afectan a su esposo. "Somos compañeros desde hace 36 años, y bueno, este fin de semana ya no pude viajar. Tengo tres hijos: la mayor es traductora de inglés. Trabaja para la firma tecnológica Globant. Otra hija que es periodista deportiva, a quien le costó mucho llegar porque tiene esclerosis múltiple, y el más chico es productor de moda, por suerte todos trabajan", se enorgullece y destaca: "Lo único difícil es que nos vemos poco porque nuestros trabajos son demandantes".