Ricardo Colombi vivió en segundo plano la nueva asunción de quien en 2017 fue su alfil para mantener a la alianza Encuentro por Corrientes (ECO) en la centralidad del Poder Correntino. Desde su banca de senador donde todavía aporta su impronta a la gestión provincial, sobre todo por la habilidad para tejer acuerdos, alianzas y fortalecer el entramado del poder con un pragmatismo a toda prueba.

En ese discreto segundo plano que tuvo en toda la campaña, el viernes estaba entre los legisladores a la derecha del palco en el que los familiares de Gustavo Valdés entregaron los atributos del mando, algo que él mismo conoce porque le ocurrió en 2013; cuando fue el primer político correntino en obtener la reelección como Gobernador desde 1821.

De esa forma destacó la preservación de la normalidad republicana y ante la consulta de época respondió: "Se cumplen 20 años en donde la provincia ha recuperado definitivamente la vigencia institucional", algo en la que tiene mucho que ver porque fue el articulador del originario Frente de Todos que amalgamó radicales, peronistas, y dirigentes que formaban parte de la diáspora de los políticos que supieron alinearse al Pacto Autonomista Liberal que tuvo la hegemonía política provincial durante el siglo XX, pero más aún desde la irrupción del peronismo a mediados de esa centuria.

Claro que no fue una cuestión de improvisación ya que para confrontar con el poder secular del Pacto conservador fogoneó la "Liga de los Intendentes", estructura desde la cual avanzó a consolidar un polo de poder que desplazó a la familia Romero Feris, que fueron quienes asumieron la conducción de la provincia con José Antonio (Pocho) 1983-1987 primero y Raúl Rolando (Tato) 1993-1997 con un intermedio protagonizado por el liberal Ricardo Leconte, 1987-1991, quienes fueron testigos privilegiados de la toma de posesión, por segunda vez, de Valdés.

Como gobernador le tocó un periodo interesante en términos de una milenaria maldición china y lo recordó en el diálogo con época. "En el 2001 recuerdo el inicio de estos 20 años con la crisis a nivel país cuando teníamos tres monedas, siete presidentes en una semana y pudimos soportar todo eso porque hubo un pueblo que aguantó y esperaba un cambio que nos dio la fuerza y el soporte necesario para comenzar esta transformación", sintetizó.

Aunque no se resalta a sí mismo como uno de los arquitectos de la estabilidad rescató que "después de 20 años eso quedó perfectamente definido", al destacar el perfil de una administración ordenada.

Asimismo, el tres veces gobernador valoró que todo eso está estructurado "con actores de características particulares, proyectos específicos, Corrientes está por una senda positiva, con errores aciertos, virtudes y defectos", y en ese punto adjudica el mérito de lograr la paz social y normalidad institucional al "millón de correntinos".

Pese a esa dilatada trayectoria política y su rol de actor importante en el entramado de poder insistió en resaltar: "El desafío para nosotros es hacer las cosas de la mejor manera posible".

En la charla apurada por los tiempos del protocolo de la toma de posesión parafraseó la reflexión que Stan Lee puso en boca del tío de Peter Parker cuyo alter ego es el Hombre Araña cuando señaló "un gran poder lleva implícita una gran responsabilidad. "Siempre digo que el triunfo no da derecho si no da más obligaciones", sentenció y destacó que ECO+Vamos Corrientes tiene "números importantes en ambas cámaras; lo que no nos debe confundir, ni hacer equivocar el camino".

De inmediato Colombi manifestó su convencimiento que el oficialista correntino tiene "una gran responsabilidad y después, indudablemente, seguir estando con la gente, como siempre estamos y no alejarnos de esa relación de contacto permanente con la ciudadanía".

No es un dato menor que de los 15 integrantes de la Cámara de Senadores, 12 son oficialista y; 22 de los 30 diputados provinciales pertenecen al interbloque que representa a los 32 partidos que componen ECO+Vamos Corrientes, una marca que sintetiza la herencia de los últimos 20 y la irrupción de la generación intermedia que propone el liderazgo de Gustavo Valdés.

Armador

Ricardo Colombi pudo demostrar en estas dos décadas su práctica política como un gran armador de alianzas con capacidad de ganar elecciones y administrar el gobierno, abriendo opciones para los aliados.

Llegó al poder acompañado del peronismo y esa estructura viró de a poco hacia la vinculación, cada vez más fuerte, con los partidos del viejo tronco conservador. La prueba 11 de los 14 diputados que asumieron el 10 son aliados.

Fuente:www.diarioepoca.com