Enero es habitualmente el mes en el que se registran las temperaturas más altas del año y donde suelen haber también algunas precipitaciones. Por eso, no resulta llamativo el calor, aunque este mes que termina el jueves fue uno de los más agobiantes de los últimos tiempos. 
La temperatura más alta en lo que va del mes fue de 39,4º, aunque la sensación térmica llegó a escalar mucho más. Según los registros del Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (Icaa), en los últimos seis años sólo hubo dos días más calurosos en enero, que llegaron a 41º. Esto se dio en 2013 y 2015, aunque la temperatura promedio terminará seguramente siendo más alta en este 2019. 
Por ello, puede decirse que este enero es el más caluroso de los últimos años, con picos de temperatura que rozaron los 40º y la sensación térmica que alcanzó y hasta superó los 50º. Un elevado nivel de humedad fue uno de los factores que colaboró para que se den varias jornadas agobiantes seguidas.
Además, prácticamente no hubo alivio en cuanto a la temperatura en la última semana, y anteriormente se mantuvo el intenso calor aún en medio de las intensas precipitaciones que cayeron. 

Lluvias
Además de las altas temperaturas, este enero sobresale de los últimos por las copiosas precipitaciones que cayeron durante varios días, generando complicaciones. Hasta ahora, en este comienzo de 2019 cayeron 463 milímetros de agua, una marca que se encuentra bastante por encima de lo habitual. 
Como referencia vale mencionar a enero del año pasado que también fue lluvioso, pero cuya marca hídrica marcó sólo 380 milímetros; es decir, 83 mm menos que este año.
En tanto, la diferencia es aun mayor si se compara con registros anteriores. En 2017 llovieron 203 milímetros, en 2016 fueron 227 y en 2015, apenas 66. Además, fueron 179 milímetros en 2014 y 245 en 2013.
De esta manera, de acuerdo a los registros de la estación meteorológica local, este enero será el más lluvioso de los últimos seis años, y posiblemente lidere el ranking de la década, prácticamente duplicando en cantidad de milímetros a la mayoría de sus antecesores. 
Las fuertes lluvias que se dieron generaron en la ciudad diferentes dificultades, muchas de las cuales aún persisten en ciertos barrios capitalinos. El agua tardó en escurrir en algunos sectores y las calles en mal estado forman parte del paisaje actual que complica la circulación; a pesar de las intervenciones municipales que se ejecutan para normalizar la situación.  

Fuente:www.ellitoral.com.ar