Luego de sucesivos traspiés en los anuncios, que dejó mal parada a toda la administración de la sociedad ECO + Cambiemos, desde el presidente Mauricio Macri hacia abajo, ayer el gobernador de Corrientes, Gustavo Adolfo Valdés, sorprendió con una renovación de la promesa sobre la construcción de segundo puente sobre el río Paraná, un anhelo que acumula más de 20 años de espera (y frustraciones) y que en este último mandato de gobierno ha gastado toda la cartuchera en compromisos que resultaron un fiasco. Sin temor a un nuevo fracaso, el mandatario provincial agendó otra marca para el proyecto; en su cuenta de Twitter escribió que la construcción del segundo puente Corrientes-Chaco estará incluida en la próxima licitación de Participación Público Privada (PPP). “Es histórico”, dijo Valdés, sin olvidar los signos de admiración para realzar el mensaje. Y completó: “Esta gran noticia beneficiará a más de 16 mil usuarios diariamente. ¡Esta es la forma de construir futuro!”. El derroche de optimismo del gobernador radical de Corrientes contrasta notoriamente con los antecedentes y también con la coyuntura. El proyecto del segundo puente, que Macri prometió en varias ocasiones durante la campaña y que luego sus pretores locales se ocuparon de ponerle fecha a la licitación, no ha salido aún de la carpeta de propósitos, ni siquiera ha trascendido el proyecto técnico ni los estudios de factibilidad, y si existen están guardados. La última promesa fuerte tenía como fecha el 21 de agosto, ese día se abriría la licitación. Surgió luego de una seguidilla de fechas fallidas en las que Carlos José “Mono” Vignolo (Plan Belgrano) e Ingrid Jetter (Vialidad Nacional) terminaron de gastar sus pocas reservas de credibilidad. “Estamos esperando un mejor momento para establecer fechas. Algunas señales que necesitamos son aquellas como la firma con el FMI”, dijo Vignolo a principio de septiembre cuando le preguntaron sobre la cita de agosto, que pasó sin pena ni gloria. El jefe del Plan Belgrano no volvió a hablar del asunto. Se llamó a silencio y quizás sea mejor porque el resto de las obras que prometieron para la provincia (y la región) tampoco aparecen. Por eso sorprendió que el gobernador Valdés anunciara que el segundo puente tiene un lugar en la licitación de los próximos PPP. Un detalle, que no es menor, esa licitación ya debería estar en marcha, pero se encuentra demorada porque no hay un peso ni partido al medio y la Casa Rosada se esperanza en financiación internacional. El ajuste fiscal de proporciones colosales al que se comprometió la administración de Mauricio Macri impuso un freno a la obra pública, sobre todo en los distritos periféricos. Es que el flujo de recursos federales a las provincias, para las obras públicas, mermó considerablemente. El caso del puerto de Itá Ibaté, que es uno de los emblemas del macrismo, la interconexión energética desde Yacyretá a Puerto Bastiani (Chaco), entre otros proyectos que han quedado paralizados, son el mejor ejemplo de la retracción (ver más información en página 5) En este contexto, el radical Valdés salió ayer con su anuncio “histórico” sobre el segundo puente. s