Para la organización social Barrios de Pie, la realidad que se vive, lejos está de encuadrarse en las estadísticas oficiales. De acuerdo a la última medición del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) la pobreza descendió, “pero no coincide con la situación que se vive en los barrios, en las villas y en los asentamientos”, dijo Silvana Lagraña, una de las referentes de la organización. “Hay un 40 por ciento de trabajadores, sobre todo mujeres, un núcleo duro que no puede pasar del trabajo informal precario al formal. La pobreza tiene cara de mujer, lo vivimos día a día; más allá de las estadísticas y los números sabemos muy bien que la realidad es otra. Hay muchas jefas de hogar que prácticamente tienen que hacer magia para llegar a fin de mes”, dijo la referente social en una entrevista radial. También hizo referencia a la pérdida de poder adquisitivo que afecta a numerosas familias y que es resultado de la suba de precios y por el salario que no crece en igual medida. “Si se compara cómo han crecido los precios de la canasta básica total anual de 2017 en relación con el salario, vemos que los precios crecieron un 27 por ciento, y los salarios estuvieron nada más que en un 15 por ciento”, agregó. Asimismo, consideró que es “alarmante” la malnutrición en chicos con sobrepeso u obesidad. En ese sentido, la organización desde hace tiempo viene bregando por la declaración de la Ley de Emergencia Alimentaria para revertir los problemas de malnutrición en los chicos que se alimentan en los comedores comunitarios. “Esto tiene que ver también con los ingresos de las familias y la alimentación, teniendo en cuenta que la leche, la carne, las verduras y las frutas, están caras. En los sectores más humildes se consume mucha harina u otros alimentos sustitutos”, evaluó la coordinadora de Barrios de Pie, e indicó que “el año pasado en la provincia de Corrientes, el promedio de chicos mal nutridos era superior al 40%”.s