23 de marzo de 2018
Caliente sesión del senado
El justicialismo mostró ayer una compacta unidad luego de apurar la salida del senador Miño de su bloque. Hubo reproches cruzados en el recinto entre oficialismo y oposición de subido tono y debieron zanjar por el voto las diferencias.
El radicalismo, con ocho senadores, contra cinco del Partido Justicialista, no respetó ayer el equilibrio para la composición de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores. Para la Vicepresidencia segunda nominó a un nuevo aliado, el senador Roberto Miño, quien quedó en una posición desairada.
Sin embargo, en la conformación de las comisiones se otorgó a la oposición dos de los cinco lugares en todas las comisiones, salvo en la de Acuerdos. El tratamiento de la lista de sustitutos dio lugar a un prolongado debate al cuestionarse la dudosa constitucionalidad de su aprobación. Al momento de la votación el oficialismo impuso el 8 a 6, aunque la decisión deberá ser convalidada en cada causa donde judicialmente no se consienta su intervención conforme al criterio fijado por la Corte Suprema. Así como Gustavo Valdés impone progresivamente un estilo y sello propio a su gestión con una impronta muy marcada y una iniciativa firme, ayer en el bloque oficialista, el senador Ricardo Colombi hizo lo propio, llegando a incomodar a varios de sus pares acostumbrados a una relación de diálogo, respeto y apego a las prácticas parlamentarias. Pareció así marcarse una clara diferencia con lo que fue el bloque ucerreísta hasta el 10 de diciembre. La irrupción del ex Gobernador no pasa desapercibida por el alto perfil que muestra y por el protagonismo que busca, forzando como ayer una disputa que muchos consideraron innecesario por un cargo más simbólico que de peso real como es la Vicepresidencia segunda de la Cámara. El oficialismo sorprendió al desconocer la representación opositora e imponer a través de un hombre de su propio bloque al senador Roberto Miño, un díscolo del PJ que, antes de irse, fue excluido del bloque. El radicalismo intentó que la nominación sea propiciada por la senadora Nora Nazar, quien se retiró indispuesta antes del inicio de la sesión y obligó al oficialismo a pagar el costo político de quedar al descubierto en la postulación de su nuevo aliado. Frente a esta circunstancia el bloque justicialista respondió con su propia candidata Nancy Sand, quien al momento de la votación perdió por nueve votos contra cinco, aunque quedó en evidencia la monolítica unidad del bloque que además coincidió para la integración de la Mesa y la conformación de las comisiones que a libro cerrado fueron votadas por el pleno de la Cámara. La senadora Carolina Martínez Llano, luego de ser elegida como vocal de la Mesa, renunció en solidaridad con la senadora Sand, obligándose a que el bloque de la UCR postule a Rubén Suárez. ALTERATS, AL FRENTE Otra de las decisiones fuerte del bloque fue la designación de Daniel Alterats como presidente del mismo, toda una novedad por cuanto el justicialismo carecía de titular del bloque desde hacía varios años. La comisión más importante de la Cámara, la de Asuntos Constitucionales, presidida por Graciela Rodríguez, está compuesta por Ricardo Colombi y Noel Breard por el oficialismo y por Nancy Sand y Carolina Martínez Llano, en tanto que ésta será la única justicialista en la estratégica Comisión de Acuerdos, que presidirá Colombi, quien en este mandado parece hiperactivo, contrariamente a lo acaecido en su último mandato legislativo cuando no integró ninguna comisión. La impronta de ex Gobernador se puso de manifiesto días atrás, cuando en el proyecto de PPP impulsó cambios a la propuesta del Poder Ejecutivo. Ayer hubo cruces subidos de tono de los que participó el propio Colombi, Sergio Flinta y los senadores Giraud y Carolina. El primero maltrató duramente al ex gobernador, enrostrándole el doble discurso para con el kirchnerismo, lo cual dejó sin respuestas a Ricardo que, visiblemente ofuscado, abandonó el recinto por largos minutos. En otro pasaje, Carolina desmintió a "Checho" Flinta, acusándolo de mentiroso. Más allá de la anécdota por la discusión en torno al simbólico posicionamiento de la Vicepresidencia segunda, el plato fuerte fue el debate en torno a la constitucionalidad de la lista de sustitutos (ampliaremos en la edición de mañana). Respecto a ella, Carolina Martínez Llano anticipó que la imposición de los números en el recinto de parte del oficialismo generará inseguridad jurídica e imprevisibilidad en el desarrollo de las causas en las que no intervengan los jueces naturales que la Constitución manda. Justificó las razones por las que en los últimos tres años el Senado no aprobó las listas e incluso recordó que el año pasado acordó frenar con Colombi el tratamiento que ayer se viabilizó a la luz de una nueva relación de fuerzas en la composición de la Cámara. La Senadora peronista hizo mención a la dudosa práctica de los sorteos reclamando mayor transparencia. Más allá de los fuertes chisporroteos, la sesión terminó en un marco de relativa armonía, al punto que al momento de izar el Pabellón Patrio, que correspondió a la senadora Martínez Llano, el ex mandatario, ya más tranquilo, aplaudió vivamente. En el camino queda el destino político de Roberto Miño, que deberá enfrentar el enojo del peronismo en su conjunto. Ayer, Nancy Sand, aunque cayó derrotada en la votación por la traición de un compañero, terminó ganando en la consideración de los peronistas que valorizaron la posición de unidad cerrada del bloque frente a la ofensiva ucerreísta. Decididos a convertirse en un polo de poder dentro del espectro justicialista, los senadores peronistas parecen dispuestos a conjugar desde el discurso y la acción una política superadora que quedaría de manifiesto con la salida al Interior provincial como bloque con proyección propia. Fuente:www.diarioellibertador.com.arCOMPARTIR:
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