Como espejo de los 90, con Carlos Menem y los Estados Unidos, Ricardo Colombi copió el modelo de relaciones carnales y las profundiza con el presidente de la Nación, Mauricio Macri. Ayer batió parches con la legitimidad de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, modelo electoral cuestionado desde la Casa Rosada. “Las Paso no sirven para nada porque fueron instrumento implementado a gusto del kirchnerismo y porque son una intromisión del Estado en la vida interna de los partidos”, expresó el radical Colombi en declaraciones a la prensa. El mandatario se mostró a favor de “debatir en el Congreso un proyecto que ponga fin” a las primarias después de las legislativas nacionales de octubre. Con la compañía de dos de sus principales escuderos (Carlos Vignolo y Enrique Vaz Torres), el mandatario provincial incluso fue uno de los oradores de la reunión ampliada del gabinete nacional desarrollada en el Centro Cultural del Bicentenario, presidente Néstor Kirchner, en la ciudad de Buenos Aires. Así el correntino busca un reconocimiento nacional pleno sin intermediarios, para evitar complicaciones como las del pasado cuando perteneció a la onda transversal del kirchnerismo en la década pasada. En esa oportunidad los peronistas locales impidieron la inserción plena de Colombi, con la ulterior pelea y distanciamiento de la Nación. Incluso no fue casual la presencia del secretario General de la Gobernación correntina, Carlos Vignolo, en la Capital Federal: es uno de los nombres que suenan para la sucesión del tucumano José Cano en la Jefatura del Plan Belgrano. La disputa por el lugar viene con otro radical de la zona, Ángel Rozas, quien es el preferido del sector de mayor importancia en el grupo cerrado de colaboradores presidenciales. Con Vignolo, Colombi colocaría al segundo correntino en el (extenso) lote de funcionarios nacionales. Orlando Macció está desde el año pasado en el área educativa. Colombi no quiere dejar pasar esta oportunidad y es por eso que las negociaciones las lleva adelante de manera personal, además de conseguir más avales para las elecciones provinciales en las que pone en juego sus 16 años en el poder.s