Un hecho aislado, eventual, en un lugar y hora inusual y con una modalidad distinta”. Así calificó el ministro de Seguridad, Horacio Ortega, al doble homicidio registrado en el barrio 17 de Agosto. La frase está a tono con el discurso que desde del Gobierno provincial respecto al incremento de la violencia civil urbana. En las últimas semanas Ortega viene argumentando -parafraseando a Aníbal Fernández- que se trata de una “sensación” fogoneada desde los medios. Esta postura que minimiza la problemática fue rastreable hasta el pasado 9 de julio cuando fue asesinado Miguel Ángel Zalazar en Itatí. “Fue una situación casi impensada para la tranquilidad de la ciudad de Corrientes: se trató de una cuestión de reyerta familiar”, aseveró el funcionario ayer a la mañana en declaraciones radiales. Consultado sobre las versiones que vinculan el doble homicidio con la venta de droga, el ministro sostuvo: “Vamos a investigar el homicidio, no tenemos ningún elemento que nos vincule con el narcotráfico”. Los familiares de “Tony” Vigo, una de las víctimas, coincidieron en que su asesinato no está vinculado con la comercialización de estupefacientes. “La droga abunda en todos lados pero no tiene nada que ver con esto: mi hermano ni siquiera estaba armado; sino, se hubiera defendido”, expresó Roxana Vigo. Y agregó: “Hablé con el ministro Ortega, es un excelente ministro. Confiamos en él”. “No tenemos planes de seguridad para la familia, sólo continuar con los patrullajes”, respondió Ortega respecto a la situación de amenazas constantes que denunciaron los Vigo. Los arrebatos y atracos registrados en las últimas semanas en esta ciudad pusieron en agenda la cuestión de la seguridad. La respuesta del Gobierno fue negar el incremento. La Policía contabilizó 25 asesinatos en la provincia en lo que va de 2016: 11 fueron en la Capital. s