Entre el bullicio y los aprontes de la cena de aquel 30 de agosto de 2015, en un extremo de la mesa el gobernador Ricardo Colombi le apuntó a su amigo y compadre: “Tenemos que hacer la fórmula de nuevo en 2021”, Eduardo Galantini soltó su risa y su memoria asociativa lo llevó a aquellos últimos meses de 2001. Tan llenos de contrastes, la Argentina iba a sucumbir en una de sus más profundas crisis políticas, económicas y sociales, pero en la provincia el mercedeño había logrado una extraña y exitosa alianza. La UCR y el PJ habían llegado al poder encabezando un sello que sería ganador durante los próximos años, el Frente de Todos. El recuerdo de la anécdota cobró relevancia en los últimos días tras la caída del proyecto de reforma constitucional en la Cámara de Diputados el miércoles pasado. Un emprendimiento que no es nuevo, Ricardo Colombi ya lo había intentado en 2003 y 2004 con la anuencia del PJ kirchnerista y, vaya paradoja, con la anécdota ahora conocida. Cuando el Gobernador buscaba reformar la Carta Magna, lo hacía con lo que se llamó “la dieta del cordero”, cocinado por sus propias manos. Extensas cenas en la Residencia oficial de la costanera General San Martín que finalmente no llegaron a buen puerto. “Todavía no habíamos tomado vino (entre risas), estábamos por cenar y era el cumpleaños de él (Ricardo Colombi). Lo primero que pensé y le dije fue: ‘Si volvemos con la fórmula voy a tener que prometer todo lo que prometimos en 2001, terminar con los sectores conservadores’”.