a autopsia al chico de 2 años hallado muerto en una vivienda del paraje Bacaraí de la localidad correntina de La Cruz permitió establecer que fue víctima de un envenenamiento. Su madre, también fallecida y señalada como responsable del crimen, consumió igual sustancia durante un acto de suicidio. Los estudios forenses permitieron saber sobre la presencia de un elemento químico fosforado en los órganos del niño como de su progenitora. Además, en la vivienda la Policía halló y secuestró dos envases de productos tóxicos.

En medio de inmensas muestras de congoja se produjo el sepelio e inhumación en el cementerio local del pequeño llamado Víctor y de su madre, identificada como Gladis Liliana Ruiz Díaz, de 42 años.

Los encargados de la pesquisa, en base a diferentes testimonios, trabajan en la hipótesis de que la mujer cometió el asesinato de su hijo a partir de una pelea que mantuvo con quien era su actual pareja y padre de ese niño, hombre al que habría echado de la casa unas pocas horas antes de semejante episodio.

Todo sucedió en una vivienda situada en el paraje Bacaraí, a unos 3 kilómetros aproximadamente del pueblo de La Cruz, distante alrededor de 415 kilómetros de la capital provincial en el límite con la República de Brasil.

En el domicilio, al momento de suceder el homicidio seguido de suicidio, estaba un joven de 21 años, uno de los tres hijos que Ruiz Díaz tuvo como saldo de una relación sentimental anterior.

Trascendió que ese muchacho fue quien el lunes a la madrugada alertó a las autoridades policiales y del hospital de La Cruz sobre el hallazgo de sus familiares tirados en el interior de una habitación contigua a la suya.

El niño, al momento de llegar personal sanitario, ya no presentaba signos vitales. En cambio, la mujer aún contaba con “un hilo” de vida por lo que se decidió su traslado urgente, aunque a los pocos minutos también perdió la vida.

De acuerdo a fuentes extraoficiales, en el domicilio hubo un extenso trabajo de parte de efectivos de la comisaría local como de la Unidad Regional Cuarta, junto al fiscal Adrián Casarrubia llegado desde Paso de los Libres.

De la pieza donde ocurrió el dramático suceso las autoridades incautaron un envase con el producto tóxico que la mujer habría dado para que tomara el pequeño, cargándolo a un vaso de plástico. Además recolectaron prendas de vestir y otros objetos para ser analizados.

Se presume que al constatar la muerte del menor la mujer ingirió igual sustancia hasta presentar una serie de convulsiones y vómitos. Su hijo mayor, entonces, habría escuchado unos ruidos “extraños” y al acercarse a mirar vio a su mamá literalmente retorciéndose sobre el piso.

Fuente:diarioepoca.com