Por Matías Resano
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Es viernes y el reloj marca las 15. Se trata del habitual horario de finalización de las actividades en Tenaris Siderca Saic. José Burgos aguarda a pocos metros del establecimiento, como hace desde el último 26 de abril, cuando le notificaron junto a otros 14 compañeros que prescindirían de sus servicios. En este caso, la particularidad radica en que "la fábrica no está funcionando. No se hacen tareas de producción, sino de mantenimiento, en este momento hay sólo cinco compañeros", le contó José a Crónica.

"Los trabajadores estamos jodidos", reflexiona con desolación, uno de los tantos hombres y mujeres que luchan por recuperar su actividad laboral, luego de haber sido despedido, reincorporado y ahora suspendido.

Las palabras de José reflejan el presente que padecen miles de obreros, víctimas principales de una crisis económica que recrudece.

Lo cierto es que ellos se sienten desprotegidos ante la ausencia de políticas del Ministerio de Trabajo de la Nación que defienda las fuentes laborales, como le señalaron a Crónica diferentes grupos de trabajadores afectados por la situación.

Al respecto, Burgos dejó en claro que "el gobierno bajó la orden de no otorgar conciliaciones obligatorias y el ministerio, una vez firmado el acuerdo, se desliga y no controla su cumplimiento".

Reincorporación demorada

Oriundo de Guernica, el hombre viaja todos los días a Valentín Alsina, con el afán de que se haga efectiva su reincorporación, como se rubricó en el Ministerio de Trabajo. Pero la empresa hace caso omiso. Por esta razón, Burgos reveló que la cartera laboral "luego de firmar el acuerdo, se abre, se olvida de los trabajadores, no hace un seguimiento a la empresa para confirmar si cumple con lo pactado". Su caso es idéntico a otros cinco trabajadores que no han retomado su actividad laboral, a pesar de consensuar suspensiones semanales, que estipulan el reparto equitativo de las horas de trabajo.

En cuanto a eso, José Villa, a quien también se le impide el ingreso, detalló que este mecanismo: "Es una modalidad operativa que la empresa emplea cuando baja la producción", por la cual el asalariado recibe un 80% de sus haberes. No obstante, Burgos remarcó que "si apenas llegaba a fin de mes con el 100%, con el 80 es imposible afrontar los aumentos de los servicios y de la comida".

Este método, que las compañías aplican argumentando un descenso de las ventas, constituye una alternativa a la política de despidos del personal, que los empleados aceptan ante la amenaza de perder su fuente de trabajo. En este sentido, uno de los cesanteados del establecimiento de Alsina consideró que la llamada "ley antidespidos" podría haber sido una solución a la grave crisis laboral. "Nos hubiese servido mucho, pero el presidente Macri la vetó y sólo se limitó a firmar un acuerdo con los empresarios que fue de palabra y no se cumplió". Un ejemplo de ello lo constituyen los 180 trabajadores cesanteados por Kromberg al día siguiente que el jefe de Estado anunciara el veto de la ley.

Los responsables de Tenaris Saic prometen que la situación se normalizará en enero próximo, sin embargo los trabajadores continúan en pie de guerra, reflejando cierto pesimismo ante la excusa empresarial de que "no hay trabajo".

Otros casos

Un panorama similar sufren seis trabajadores de la compañía Hutchinson, de la localidad bonaerense de Pilar, cuyos directivos le niegan el ingreso, a pesar de que tres fallos judiciales determinaron sus reincorporaciones. Ante semejante incumplimiento, las obreras acudieron al Ministerio de Trabajo de provincia de Buenos Aires, quienes le aclararon que "ellos no pueden hacer nada, porque es una cuestión judicial. Sólo nos aconsejaron que sigamos movilizándonos y nos desearon suerte", reveló con ironía Eleana, una de las damnificadas.

En tanto, 120 empleados de Agroindustrias Madero centran sus esfuerzos en la conformación de una cooperativa, proyecto que "está avanzando. Se solicitó la continuidad laboral la semana pasada", informó Ornella Nocitti, representante legal de los trabajadores. A su vez, reconoció que "hemos hecho la denuncia del vaciamiento de la empresa en el Ministerio de Trabajo, pero hasta el momento no hay respuestas ni cita a audiencias".

El último cobro de salarios de los cientos de obreros se remite a abril. También fue la última vez que se vio a los titulares de la compañía. Posteriormente, se esfumaron. Al respecto, Nocitti consideró que "fue un proceso de vaciamiento, en el cual se generaron deudas enormes, mientras le decían a los trabajadores que iban a conseguir la plata". En consecuencia, la única alternativa de las 120 familias es la cooperativa, puesto que "en esta situación de crisis, muchos de ellos por su edad y por determinadas condiciones no van a conseguir trabajo", enfatizó la abogada laborista.