Por Fernando Vázquez
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La ciudad bonaerense de La Plata se convirtió en escenario de un tremendo suceso, ya que un enfermero masacró salvajemente ayer a golpes a su hijastro de 2 años.

El indefenso nenito padeció terribles heridas en diferentes partes del cuerpo, pero los investigadores consideran que este menor pereció a raíz de haber sufrido brutales puñetazos y patadas en los testículos.

Las autoridades policiales lograron detener luego al criminal, quien se ocupaba de cuidar al pequeño, ya que su madre, de nacionalidad paraguaya, siempre se hallaba ausente de la casa, por motivos de trabajo.

Los voceros de los tribunales de La Plata revelaron que este hecho se descubrió en la víspera cuando el chiquillo, identificado como Gonzalo Villalba, de 2 años, tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital de Niños Sor María Ludovica, en la capital provincial, aunque arribó sin vida al nosocomio.

Los médicos, al revisar el cadáver, establecieron que presentaba heridas en diversas partes del cuerpo y que las mismas eran compatibles con golpes aplicados con gran violencia.

De inmediato, los pesquisas policiales de la comisaría 8ª de La Plata, en cuya jurisdicción se registró el suceso, resolvieron concurrir a la finca en la que residía el pibe, situada en calle 13 bis, entre 84 y 85, en el denominado Barrio Monasterio.

Cuidaba a la víctima

Los uniformados hablaron con los vecinos de la zona, quienes les dijeron que Gonzalo siempre estaba al cuidado de su padrastro, llamado Hernán Rodrigo, de 36 años, porque su madre -una ciudadana paraguaya- visitaba el hogar apenas cada 10 o 15 días porque tenía que trabajar en la zona de Tigre, donde pasaba la mayor parte del tiempo.

Posteriormente, los servidores públicos de la seccional apresaron al sujeto, que desarrollaba tareas como enfermero.

Mientras tanto, versiones sostienen que la mayoría de las lesiones que presentaba el pequeño se hallaban localizadas en la región de los genitales y, por dicho motivo, los funcionarios de la Justicia opinan que la infortunada víctima dejó de existir luego de recibir despiadados puñetazos y patadas en los testículos.

Las autoridades que investigan el caso no descartan que el agresor tenga alteraciones psiquiátricas.

Intervino en la causa, que fue caratulada "Homicidio agravado con alevosía y ensañamiento", el doctor Fernando Cartasegna, fiscal en turno del departamento judicial de La Plata.